La familia del actor y activista recibió distintivo por su fructífera labor en artes escénicas, gestión y promoción cultural
Por: Susana Rodríguez
Fue un 24 de noviembre cuando Rafael Evans se despidió de la última presentación de Don Juan, un tenorio muy norteño en el Teatro del Itson, puesta en escena que dirigió con más de 50 actores en escena, un mes después partió de este mundo dejando un legado.
Ante su incansable trabajo y su gran trayectoria como actor, productor, director, gestor, promotor y activista cultural, el Instituto Municipal de Cultura de Cajeme se encargó de organizar una ceremonia de reconocimiento póstumo.
Fue en las instalaciones de la Oficina de Convenciones y Visitantes donde autoridades municipales y culturales se encargaron de entregar el distintivo a su mamá Margarita Evans, quien agradeció y mencionó momentos destacados de Rafa.
“Todavía recuerdo que cuando era niño, reunía a la gente del barrio para presentarles obras y le aplaudían, existen tantos recuerdos, anécdotas y un gran legado que dejó”, comentó su madre.
Se encargaron de entregar el reconocimiento Enrique Espinoza Pinales, director de Cultura Municipal, la regidora Zenaida Salido Torres; así como Moisés Corrales, director de la Oficina de Convenciones y Visitantes y Nubia Ontiveros, presidenta de la OCV.
Presidió también el evento Sarahí Castro, quien se quedó al frente del Colectivo Punto Tres, grupo de teatro y que también realizan la actividad “Los morros de la villa”, para fomentar la cultura en los niños y salvarlos de los vicios de la calle.
Rafael Evans produjo más de 40 obras, además fue promotor de actividades como Sebut (Se busca teatro), “La Ruta”, los callejones temáticos, y recibió decenas de reconocimientos por sus incansables logros.