Por: Eduardo Sánchez
En el trayecto, el ganador del Oscar habló de lo difícil que le fue aceptar el cargo como presidente del jurado del certamen fílmico, de su preocupación por el cambio climático y la interrelación de los seres humanos, y de por qué considera que las mujeres deberían de tomar las riendas de un planeta que se dirige a la catástrofe.
¿Qué recuerdo tienes de tu primera vez en Cannes hace 19 años?
El otro día, cuando llegamos, empecé a caminar y me encontré con el teatro Miramar, que fue donde presenté "Amores perros". Y me dio mucho gusto verlo. De hecho, fui a tomar una copa junto con Pawel (Pawlikowski) al departamento que Jane Campion rentó frente al cine y le dije: "aquí presenté la primera película". Me dio mucha nostalgia.
¿Qué sentimiento te despierta saber que en 2020 se cumplirán 20 años de "Amores perros"?
Una cosa que me impacta mucho es que cuando yo estaba aquí, Bernardo Bertolucci era el presidente de la Semana de la Crítica y estaba presentando "1900", una película que había estrenado 20 años atrás y mi reflexión era: "¿qué se sentirá venir y ver una película que hace 20 años hiciste?" Era un pensamiento casi imposible para mí y ahora se van a cumplir 20 años de "Amores perros". Son cosas, ciclos que se cierran muy raros, pero bien.
¿Cómo has vivido ser presidente del jurado?
Es una posición privilegiada. Lo más importante ha sido que el jurado, que es con el que convives todo el día, prácticamente está compuesto por directores, menos Elle Fanning, a quien conozco desde que tenía siete años, entonces es como una amiga sobrina.
Es muy placentero el tener que ver películas y luego discutirlas con ellos, aunque más que discutirlas, compartir, los invité a no juzgar. A dejar lo que no nos gusta a un lado y más bien hablar de lo que nos gusta y nos apasiona.
¿Pero divertido, no?
Sí, y agotador, porque sí es mucha información, muchos compromisos, pero al mismo tiempo es un privilegio, es como el mejor trabajo del mundo durante una semana o un poco más.
¿Alguna vez lo imaginaste?
No, no, no. La verdad ahí sí no. Nunca me hubiera podido imaginar que yo iba a poder llegar a ser invitado como presidente. Y es algo que de hecho sí me costó trabajo aceptar porque siempre me cuesta trabajo juzgar el trabajo de los demás. Creo que es una labor imposible. Por eso cuando presenté el día de la inauguración dije que era un trabajo medio infantil porque el único juez es el tiempo.
A pesar de que en esta ocasión no tienes película en competencia, ha sido un año fantástico para ti, al que hay que sumar la distinción del gobierno francés.
La verdad es que me emocionó mucho porque evidentemente es un regalo arriba de otro regalo. Algo que no me esperaba. El de oficial me lo habían dado hace como siete años y me mandaron el reconocimiento porque no pude atenderlo y ahora ya soy comendador. Es como el más alto rango.