Las participantes representaron a la icónica figura que marcó generaciones con su elegancia, sensualidad, picardía y una carrera artística impecable
Por: Marcela Islas
El más reciente capítulo de La Más Draga 7 se convirtió en uno de los más emotivos de la temporada con el reto "La Más Silvia", dedicado a celebrar la vida y legado de la primera actriz del cine de oro mexicano, Silvia Pinal.
Las participantes rindieron homenaje a la icónica figura que marcó generaciones con su elegancia, sensualidad, picardía y una carrera artística inigualable.
SYLVIA PASQUEL SE EMOCIONA CON EL HOMENAJE A SU MADRE
En esta ocasión, la invitada de lujo fue su hija, Sylvia Pasquel, quien fungió como jueza especial y fue la encargada de evaluar el desempeño de las drag queens, observando con detalle las referencias a las películas, vestuarios y actitudes que definieron a su madre.
Desde su llegada, Pasquel mostró una mezcla de orgullo y emoción; sin embargo, no pudo contener las lágrimas al escuchar las palabras dedicadas a la memoria de Silvia Pinal.
"Fue una mujer excepcional, pícara, simpática, alegre y llena de historias. Una persona que me mueve el corazón, y les doy las gracias por traerla a este homenaje tan hermoso", expresó entre lágrimas, conmoviendo a los presentes.
LA MÁS SILVIA
Durante el reto, las participantes interpretaron distintas etapas de la vida de Silvia Pinal: desde su juventud como actriz del cine de oro, pasando por su elegancia en los programas de televisión, hasta su faceta como musa de Luis Buñuel.
El escenario se llenó de glamour y referencias visuales al cine clásico mexicano, con pelucas rubias, vestidos de época y un despliegue de dramatismo y humor.
La actriz también señaló que, aunque algunas concursantes lograron capturar la esencia de su madre, a otras les faltó profundizar en su legado y revisar sus películas para comprender su magnetismo en pantalla.
La ganadora del reto fue Nayla Downs, quien deslumbró al jurado al presentarse como una estatua dorada acompañada de una cinta cinematográfica que mostraba fragmentos de las películas más emblemáticas de Pinal.
Su maquillaje gráfico y la precisión de su concepto fueron ampliamente elogiados, convirtiéndose en una de las representaciones más creativas y memorables de la noche.
El capítulo cerró con una ovación para Sylvia Pasquel, quien agradeció al programa por mantener vivo el legado de su madre.
"Me llena de emoción ver que nuevas generaciones reconocen su grandeza", afirmó conmovida, sellando una noche que, más allá de la competencia, se convirtió en un tributo al arte, la memoria y la historia del espectáculo mexicano.