Por: Eduardo Sánchez
Las campanas del Santuario Guadalupano sonaron en todo su esplendor, para recibir en su recinto a la hermosa novia, quien entró del brazo de sus distinguidos padres, Javier Enrique Félix Encinas y María Elena García Alonso.
Fue el padre Miguel Agustín Durazo Arvizu quien se encargó de dirigir la ceremonia religiosa, destacando con emotivas palabras la importancia del matrimonio, asimismo les impartió la bendición exhortándolos a vivir su nueva relación de pareja, basada en el respeto y amor mutuo.
Los nuevos esposos protagonizaron gran velada nupcial en conocida hacienda, donde compartieron su gran felicidad con sus seres queridos.[envira-gallery id="42224"]