Su desaliñado aspecto preocupa a sus admiradores, que aún no dan crédito a la ruptura de una relación de 15 años; así vive hoy
Por: Edel Osuna
Jason Momoa conoció a su esposa, Lisa Bonet, cuando apenas era un adolescente y miraba un programa de televisión junto a su madre; al verla, le dijo que con ella se casaría, y lo cumplió.
Sin embargo, el 12 de enero, el en apariencia sólido matrimonio que habían conformado por 15 años se desplomó, pues surgieron fricciones y desacuerdos durante la pandemia.
Y es que Lisa Bonet, exesposa del rockero Lenny Kravitz, con quien tuvo una hija, Zoe Kravitz, y con Momoa tuvo dos niños más, Lola Iolani y Nakoa-Wolf, es una ferviente antivacunas, lo que pudo haber desencadenado la ruptura.
Sin embargo, en días pasados salieron a la luz los verdaderos motivos: y es que el protagonista de Aquaman ha estado trabajando en todo lo que le ofrecen, y Bonet está muy bien sola en casa, lo que los llevó a considerar que sus caminos se bifurcaron y era mejor cortar por lo sano, ya que ninguno está dispuesto a renunciar a lo que desea por el otro.
Pero parece que la separación no le cayó nada bien a Jason, quien hace unos días fue captado viviendo en una caravana y su aspecto dista mucho del que mostró días antes de su ruptura.
Pese a que vive en una lujosa casa rodante, que estacionó en la propiedad de una amigo, el actor de Juego de Tronos luce sucio, desaliñado y camina cabizbajo.
Su aspecto ha empezado a preocupar a sus seguidores, pues están acostumbrados a verlo radiante, feliz y lleno de energía.