La joven de 23 años dejó de ser cristiana y comenzó a compartir contenido erótico en la plataforma, y aunque ya es dueña de una mansión en Los Ángeles, su relación familiar no es buena
Por: Ofelia Fierros
Nala Ray, de 23 años, es una joven criada en un hogar sumamente religioso, en Illinois, Estados Unidos, por unos padres extremadamente estrictos. Fue la tercera de 5 hermanos, que fueron educados en casa y diariamente leían la biblia, asimismo, los domingos asistían sin falta a la Iglesia Bautista.
Su padre, un pastor local, le inculcaba su fe y eso la presionaba a ser un modelo a seguir, pues por el trabajo de su papá eran el centro de atención de su ciudad.
La influencer dijo que no se le permitía usar maquillaje, ni ropa provocativa; además, las citas y las redes sociales estaban prohibidas.
Nala asegura que debía mantener una imagen recatada, así como participar como voluntaria en su tiempo libre en las actividades de la iglesia. Asimismo, debía servir en el comedor de beneficencia y en el estudio bíblico para jóvenes.
Sin embargo, su naturaleza siempre fue rebelde y buscaba su libertad, por lo que comenzó a verse a escondidas con chicos y empezó su vida sexual. “No me iba a fiestas o borracheras, solo quería ser apreciada sexualmente”, confesó.
Nala Ray consiguió un empleo en un centro comercial, cosa que sus padres no probaban totalmente, pero lo aceptaron porque ganaría su propio dinero.
Al darse cuenta que trabajando como mesera le iba mejor con las propinas si coqueteaba con los clientes, comenzó a hacerlo de manera más abierta. “A mis 16 años, siendo hija de un pastor, supe que el trabajo sexual sería mi vocación”, aseguró.
La joven influencer destacó que se alejó de la religión cuando se mudaron a Florida y a los 18 años abandonó sus estudios. Se inscribió en un gimnasio y tiempo más adelante comenzó a compartir imágenes de su vida en el modelaje fitness en su cuenta de Instagram, donde compartía fotografías en lencería atrevida, hasta que un seguidor le sugirió que creara su cuenta en Only Fans, con lo que su vida cambió.
Al mes de abrir su cuenta en la plataforma, Nala ganó 85 mil dólares, lo que la hizo decidirse a renunciar a su empleo como asistente dental y dedicarse a subir contenido a Only Fans de tiempo completo. Cuenta que en seis meses había recaudado su primer millón de dólares y ahora su ingreso al mes es de 330 mil dólares.
Nala Ray se volvió muy popular en la plataforma y al año de haberse registrado ya tenía una lujosa mansión con piscina en Los Ángeles.
Asegura que pese a su fama y su gran fortuna, no tiene una buena relación con su familia. “Nuestra relación no es la más fuerte, puedes imaginar cómo son nuestras conversaciones".
Asimismo, declaró que sus padres le prohibieron hablar con sus conocidos sobre su trabajo, situación que hace más tensa su relación, pero asegura que no dejará su actividad en Only Fans, porque la hace sentir verdaderamente feliz.