Por: Eduardo Sánchez
El momento más divertido para José Roberto fue cuando quebró la espectacular piñata, de la que salieron derramados sorpresivamente un sinfín de dulces, que fueron atrapados por los pequeños.
El instante más esperado de la tarde no se hizo esperar para José Roberto, pues apagó la velita del pastel, mientras su hermano, Rogelio, y todos sus invitados le cantaron las tradicionales “Mañanitas”.
[envira-gallery id="46591"]