No nada más el cine estadounidense trabaja este género cinematográfico, pues las cintas nacionales no le piden nada a ninguna de ellas
Por: Edel Osuna
Aunque mucha gente cree que el género del terror es mejor en el cine estadounidense, la verdad es que el cine mexicano es distinto, pero no menos terrorífico, pues a diferencia del gringo, que está lleno de recursos acústicos y de efectos, el cine mexicano apela a la mente del espectador, llegándolo a poner en el lugar del personaje.
Por ello, y aprovechando el Halloween y el Día de los Fieles Difuntos, aprovechamos para que pases unos días en casa disfrutando de cinco filmes mexicanos de terror que te pondrán la piel de gallina.
Alucarda, la hija de las tinieblas: Salió a las salas en 1978 y dirigida por Juan López Moctezuma, es una cinta de horror que habla de monjas y monasterios trastornados, así como de toda clase de rituales que consolidan la película entre una de las mejores. Por algo la prohibieron unos años.
Hasta el viento tiene miedo: grabada en 1967 y dirigida Carlos Enrique Taboada, este filme de horror gótico te llevará por el enclaustramiento en el colegio de un grupo de estudiantes que enfrentan la posesión de una de sus compañeras, que atormenta a una de sus maestras.
El libro de piedra: de 1968 y también obra de Carlos Enrique Taboada, se refiere a una niña que juega y aprende magia negra con un amigo fantasma, que le ayuda a quitar de en medio a quienes se oponen a la amistad de ambos, y con un final inesperado. Muy recomendable.
El escapulario: también de 1968 y dirigida por Servando González, esta cinta de terror habla de la visita de un sacerdote a una anciana moribunda, quien le habla de un escapulario milagroso que ha estado en su familia toda la vida, y quien lo posee podrá salvarse. Y aunque no trata de fantasmas ni demonios, el final sí te pondrá nervioso.
Más negro que la noche: de 1975, bajo la batuta del director Carlos Enrique Taboada, esta película habla de la herencia que una chica recibe de una tía, para lo cual deben mudarse juntas la casa de la difunta, donde pasan cosas sobrenaturales. La clave está en la muerte del gato de la tía fallecida.
Y aunque hay más películas mexicanas de terror, estas cuatro te pueden dar una idea tanto de la calidad histriónica, como dramática del cine nacional, en un género que poco se ha explotado en México, sino hasta su historia reciente.
Así las cosas, cómprate unas botanas y en soledad o con la familia y los amigos, y sumérgete en el terror nacional.