La que fuera una de las parejas más famosas de Hollywood está de nuevo en medio de la polémica, y sus pleitos legales parecen no tener fin
Por: Ofelia Fierros
Los escándalos legales entre Angelina Jolie y Brad Pitt parecen no tener fin, ya que el actor demandó a su ex por supuestamente vender su parte de las acciones del viñedo Château Miraval, propiedad que ambos tienen en Francia desde 2008, incluso ahí celebraron su matrimonio.
La pareja tenía un acuerdo previo de no vender la propiedad sin el conocimiento del otro, pero al parecer Jolie consumó la negociación sin que el actor se enterara, al vender sus acciones a la fábrica de bebidas alcohólicas Stoli Group, del empresario ruso Yuri Shefler, negándole el derecho de consentimiento que debía guardarle a su exesposo y el derecho de preferencia sobre su negocio.
Supuestamente, la actriz ya había presentado una petición de emergencia para suspender la ATRO (automatic temporary restraining order), en junio del año pasado, que le impedía la venta y la oportunidad de realizar la millonaria transacción con Shefler.
El histrión de 58 años decidió volver a asesorarse con sus abogados tras el supuesto convenio de la actriz, de 46, con el empresario ruso.
La finca Miraval se encuentra en el pueblo de Correns, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, al sur de Francia.
La lujosa mansión cuenta con 35 habitaciones, rodeada de hermosos y exuberantes jardines, fuentes, acueductos, un estanque, una capilla y un viñedo, en la que el actor asegura haber invertido una gran suma de dinero.
Pitt argumentó que es uno de los lugares que produce más vino rosado en el mundo, en el que ha puesto más trabajo e inversión para que fuera un negocio más rentable.
"Ella ha vendido su participación con el conocimiento y la intención de que Shefler y sus afiliados querrían controlar el negocio al que se había dedicado Pitt, y socavar la inversión de Pitt en Miraval", se lee en los documentos presentados por los abogados el pasado jueves en Los Ángeles.