El actor y exgobernador de California estuvo en la terminal por horas, hasta que aclaró la situación; para salir tuvo que pagar
Por: Edel Osuna
Este miércoles fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Múnich, Alemania, Arnold Schwarzenegger, de 76 años de edad, quien permaneció en las instalaciones de la terminal por unas horas.
El también exgobernador de California, Estados Unidos, fue retenido por las autoridades fiscales del país teutón durante tres horas de debido a una omisión.
Y es que al protagonista de Terminator no declaró ante aduana que llevaba consigo un reloj de lujo, mismo que no había registrado.
De acuerdo con diversos medios, el histrión fue retenido en la aduana por "viajar con un reloj de su propiedad" que "podría estar subastando" en su organización benéfica en Kitzbuhel, Austria.
LA RAZÓN DE LA RETENCIÓN DE ARNOLD SCHWARZENEGGER
Al respecto, Thomas Meister, portavoz de la aduana de Múnich, explicó que la agencia había "iniciado un procedimiento fiscal penal" debido a que la pieza de joyería "debería haber sido registrada", pues se le considera "importación".
Y es que el reloj en cuestión es de la marca suiza Audemars Piguet y tiene un precio que supera los 21 mil dólares.
Por otra parte, se indicó que Schwarzenegger no se opuso a la retención; por el contrario, fue amable e intentó resolver el asunto.
A la estrella cinematográfica "nunca se le pidió que completara un formulario de declaración y respondió honestamente a todas las preguntas de los funcionarios de aduanas".
ARNOLD SCHWARZENEGGER SE MOSTRÓ COLABORADOR
Y añade: "Cooperó en cada paso a pesar de que fue un chantaje incompetente, una comedia total de errores que haría una película policial muy divertida".
En las imágenes de Arnold retenido en la aduana, se le ve tranquilo, sonriente a la cámara, mientras en sus manos sostiene la caja con el reloj en cuestión.
"Al principio se tomó el interrogatorio con bastante calma, pero luego el tiempo y el procedimiento le pusieron de los nervios", dijeron medios.
Finalmente, Schwarzenegger debió pagar por adelantado los impuestos sobre la pieza de joyería, aunque es de su propiedad personal; al momento del pago, se intentó pagar con tarjeta de crédito, pero aparentemente por una hora los agentes tuvieron problemas y optaron por llevarlo a un cajero automático por dinero.
Sin embargo, surgió otro inconveniente: la cantidad necesaria superó los fondos del cajero y el banco estaba cerrado.
Una vez pagado el impuesto, el actor fue puesto en libertad y siguió adelante con la subasta de su reloj prevista para el jueves.