La conductora por fin tuvo razón de él y su hermano, tras varias horas de no poderlo localizar tras el fenómeno natural que devastó Acapulco
Por: Susana Rodríguez
Entre lágrimas y con un profundo agradecimiento, Andrea Legarreta aparece en un video en el que comparte que finalmente logró establecer comunicación con su padre, quien reside en Acapulco. Durante un período, no había podido contactar con él debido a la falta de energía eléctrica en muchas áreas del estado tras el paso del huracán "Otis".
La conductora del programa "Hoy" expresó su gran preocupación anteriormente porque no tenía información sobre la situación de su padre, hermano y tío en medio de esta crisis.
Su amiga y compañera, Galilea Montijo, también vivió momentos de angustia, ya que su hijo se encontraba en Acapulco junto a su padre, Fernando Reina.
Galilea Montijo hizo una aparición en la emisión matutina de hoy para anunciar que estará realizando transmisiones desde el puerto de Acapulco. Aprovechará este viaje para reunirse con su hijo en medio de la situación causada por el huracán "Otis".
Andrea Legarreta agradeció sinceramente los mensajes de amor y apoyo que recibió, en los cuales le deseaban lo mejor para asegurarse de que su padre se encontrara bien.
En su agradecimiento, reveló su alegría por haber logrado finalmente establecer comunicación con él, gracias a la información proporcionada por algunos vecinos que le informaron que en la azotea sí había señal de comunicación.
"Mi papá me dijo que tuvo suerte porque su departamento está en mejores condiciones que el de sus vecinos", compartió Andrea Legarreta, expresando su alivio.
La conductora explicó que, aunque su padre estuvo solo durante el paso del huracán, afortunadamente no hubo nada que lamentar.
Además, informó que su hermano también se encuentra bien. Esto ha traído cierta tranquilidad a Andrea Legarreta, aunque está devastada al presenciar la triste situación en la que se encuentra Acapulco.
Con lágrimas en los ojos, Andrea Legarreta alentó a la gente a unirse y brindar ayuda a los damnificados por el huracán. Su llamado es un gesto de solidaridad y empatía hacia aquellos que están pasando por momentos difíciles en Acapulco y demuestra la importancia de la colaboración en situaciones de crisis.