"No era muy religioso, pero decidí hacerle una petición al Creador", recuerda el delantero y después pidió lo que parecía imposible
Por: César Omar Leyva
Santiago Giménez, nueva contratación del AC Milán, revela cómo un milagro de Dios le permitió continuar su carrera futbolística y le dio la fuerza para dedicar cada gol al cielo.
La carrera de Santiago Giménez, una de las más prometedoras del futbol mexicano , no sería lo que es hoy sin un milagro que cambió el curso de su vida. El "Bebote", quien brillará en el AC Milán, ha estado bajo la mirada de los grandes equipos de Europa, pero su historia de éxito tiene un trasfondo profundamente espiritual.
En un emotivo testimonio compartido recientemente, Giménez narró cómo un problema de salud casi pone fin a su carrera. A raíz de dolores y molestias en uno de sus brazos, los médicos descubrieron una trombosis que amenazaba con interrumpir su ascendente camino profesional. A pesar de las operaciones y el diagnóstico médico desfavorable, su fe fue puesta a prueba.
El padre de Santiago, el exfutbolista Chaco Giménez, le sugirió que buscara respuestas en la fe. "No era muy religioso, pero decidí hacerle una petición a Dios", recuerda el delantero. Con un corazón lleno de esperanza, le pidió un milagro. Y, efectivamente, los doctores informaron que su vena se había recuperado de manera inexplicable.
Santiago, queriendo estar seguro de que este milagro provenía de Dios, le pidió una señal más: "Que la vena se recuperara al 94 por ciento". Al final, los resultados fueron exactos. "Ahí supe que fue Dios quien lo hizo", confiesa el jugador.
Desde ese momento, Santiago ha dedicado cada uno de sus goles a Dios, celebrando en cada tanto con una mirada al cielo, agradecido por la segunda oportunidad que recibió.
UN NÚMERO ESPECIAL PARA SU CAMISETA CON AL AC MILAN
Pero el simbolismo no termina allí: el número 7 que llevará en su camiseta con el AC Milán también tiene un profundo significado espiritual para él.
"Es el número perfecto en la Biblia y lo llevaba un campeón como Shevchenko. Para mí, es un recordatorio de mi conexión con Dios", explica el delantero, quien considera este número como un símbolo de su fe y su compromiso con su carrera.
Con su contrato hasta 2029 con el AC Milán, Santiago Giménez sigue escribiendo su historia de fe, futbol y superación, siendo un ejemplo de cómo la confianza en algo más grande puede transformar vidas.