Durante una charla con Marco Antonio Barrera, el "César del Boxeo" dijo que atentó contra su existencia, y todo por un motivo que pocos saben encarar
Por: Edel Osuna
Una de las leyendas vivas del pugilismo a nivel mundial es, sin lugar a duda alguna, el obregonense de nacimiento y culichi por adopción, Julio César Chávez, quien durante su carrera logró tres títulos en distintas divisiones.
Sin embargo, la fama y la gloria lo colocaron en un punto en el que no hubo vuelta atrás, pues vivió toda clase de excesos, como alcohol, drogas y fiestas, lo que lo condujeron en una caída libre que lo llevó a perder su primer matrimonio.
Y eso quedó de manifiesto durante una charla que el exmulticampeón tuvo con Marco Antonio Barrera, para el programa Un round más, en el que narró qué tan mal la pasó y el punto al que llegó.
La leyenda de "El César del Boxeo" refiere que tener mucho dinero, por millones, te hace pensar que puedes lograr todo; sin embargo, dejó en claro que había un vacío que no podía llenar. "Estaba como perro", aseguró Chávez.
¿POR QUÉ JULIO CÉSAR QUISO SUICIDARSE?
"Me puse la pistola, y ¡pas!, ¡pas!, no pasó nada; a la tercera, el balazo me tumbó todos los pelos del cráneo”, contó ante Barrera, quien escuchaba con atención.
JC Chávez dijo que en ese momento atravesaba la fase de drogadicción y alcoholismo, y entonces llegó a considerar la llamada "salida fácil".
“Después de mi recuperación, me pasaron cosas increíbles, nunca me quedé en la calle, pero imagínate, después de tener millones de dólares, de tener avión privado, después de tener yates, mansiones, todo eso se te fue, irlo perdiendo por tu adicción, y al final verte en tu casa solo como los perros; dices tú, ‘a la madre’; es ahí donde yo estuve a punto de quitarme la vida”.
La idea de atentar contra sí mismo, refiere el exboxeador, se debió a que tuvo varios problemas, acarreados por sus excesos.
Señala que se deprimió, pues su esposa lo acababa de demandar por, supuestamente, haberla golpeado y por su adicción a los estupefacientes.
No obstante, aclaró: “nunca la golpeé, ella lo sabe. Imagínate si le hubiera pegado, eso fue un plan de su abogada para quedarse con todo".
Posteriormente, dijo, su representante, Don King, le demandó, también lo requirió Hacienda, además de que comenzó a sufrir de su codo, el cual "lo tenía casi podrido, además andaba bien loco y dije: ‘me voy a quitar la vida’”.
SE SALVÓ DE ATENTAR CONTRA SÍ MISMO
Sin embargo, en los momentos más desesperantes del expugilista y ahora comentarista de televisión, estaba sólo con sus empleados, quienes se lamentaban de lo que Julio César estaba atravesando.
“Todos mis trabajadores estaban llorando, porque yo empecé a gritar, ‘¡me voy a quitar la vida!’. Como loco, agarro la pistola, me salgó al área de la alberca y los encerré a todos, para que no pudieran salir a detenerme; me puse la pistola, y pas, pas, no pasó nada, y a la tercera, no sé cómo se enteró mi cuñado Michael, se saltó, y me mueve el arma hacia arriba, cuando salió el balazo me tumbó todos los pelos del cráneo”, puntualizó el exmonarca de los encordados.