Grisel Mendoza, atleta de los Juegos Olímpicos de Múnich 1972

Una gloria del deporte mexicano visita Diario del Yaqui, recuerda con especial cariño al profesor Nelson Vargas

Por: Joel Luna

Con los recuerdos intactos y la pasión al máximo, Grisel Mendoza rememora su participación en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, donde compitió en los 200 metros mariposa en la alberca olímpica.

Sus inicios se remontan a 1967, en el deportivo de la Unidad Independencia, en Ciudad de México, donde dio sus primeras brazadas. A los 8 años ya sabía, desde el momento en que entró a una alberca, que la natación sería su pasión, y que su constancia la llevaría a grandes competencias.

Grisel es la mayor de cuatro hermanos, todos con pasión por el nado: Mario, Carlos y Tonatiuh. Sus padres, Mario Mendoza Viveros y Graciela Mercado, la apoyaron desde el primer momento en que comenzó a competir.

RECUERDOS

Recuerda con especial cariño al profesor Nelson Vargas, a quien le atribuye gran parte de sus logros deportivos.

Tiene gratos recuerdos de las competencias que fueron elevando su nivel, hasta conseguir su pase a Múnich 72, donde portó el uniforme de México y compitió en los 200 metros mariposa, registrando un tiempo de 2:30.

El sacrificio durante su juventud fue enorme. Sus padres apoyaron no solo su pasión, sino también la de su hermano Mario, quien también llegó a participar en unos Juegos Panamericanos.

PANORAMA

Grisel relata con emoción el día que viajó a Veracruz para buscar la marca olímpica. Su familia no pudo acompañarla, porque el coche se había descompuesto. Justo antes de competir, escuchó un silbido familiar, el mismo que su padre solía hacerle antes de cada prueba. Pensó que era uno de sus compañeros, pero al terminar la competencia y subir al podio, se dio cuenta de que su padre había hecho el viaje solo para verla clasificar. Al recordarlo, se le llenaron los ojos de lágrimas y tuvo que hacer una pausa para recuperar el aliento.

Actualmente, Grisel cuenta con el nombramiento "OLY", un reconocimiento otorgado por la Asociación Mundial de Atletas Olímpicos (WOA) a quienes han participado en Juegos Olímpicos. Este título representa un símbolo de logro de por vida y conlleva la responsabilidad de encarnar los valores del olimpismo.

Durante su preparación para las OIimpiadas, recuerda que entrenaban nadando 21 kilómetros diarios. Hoy en día ha regresado a la alberca, recorriendo un kilómetro cada día. Desde hace un año radica en Ciudad Obregón; a pesar del clima, le gusta la región y disfruta de la comida local. Sigue activa, en contacto con atletas de su época, y todavía el Comité Olímpico Mexicano los toma en cuenta para homenajes y eventos donde se reconocen las glorias del deporte en México.

MOMENTO TRÁGICO

Con tristeza, Grisel recuerda el pasaje del terrorismo vivido durante los Juegos Olímpicos de Múnich. Afortunadamente, no se encontraba cerca, porque las villas olímpicas estaban separadas. "Fue muy triste y trágico. A todos nos dolió lo que sucedió", comentó.

También expresó su alegría por seguir recibiendo reconocimientos por su trayectoria en las piscinas, y aseguró que continuará practicando el deporte que más le apasiona.