Alma Ibarra rogó para que pararan su pelea y que fue víctima de secuestro antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020
Por: Edel Osuna
Un momento por demás extraño se vivió durante la pelea de la boxeadora Alma "La Conquistadora" Ibarra, quien antes de salir al cuarto asalto, rogó a su entrenador que para la pelea, pues quería volver a casa con vida.
El incidente se registró en el Tech Sport Arena de San Antonio, Texas, durante la batalla que la mexicana sostenía con su homóloga estadounidense Jessica McCaskill, por el campeonato unificado de peso Welter.
Sin embargo, al verse superada, Alma le suplicó a su manejador, Carlos Medellín, que detuviera la pelea, pues quería "regresar viva a su casa", a lo que su staff accedió e informaron al réferi.
Con esta decisión, la peleadora originaria de Monterrey, Nuevo León, agrega a su palmarés su segunda caída, pues la primera ocurrió en noviembre de 2019.
Poco después de ello, en febrero de 2020, Alma Ibarra se disponía a participar en la ceremonia de pesaje para el selectivo nacional que se desarrollaba en Veracruz, a fin de participar por un boleto para ir a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pero la delincuencia organizada le frustró el sueño.
Un día antes, cuando trataba de conciliar el sueño, su entrenador recibió una llamada amenazante y la puso al tanto: unas personas les informaban la presencia de personas armadas afuera del hotel donde se hospedaban, además de informarles, con exactitud, datos personales de la peleadora, por lo que, intimidada, optó por salir junto con Medellín, y los secuestradores los tomaron.
Los delincuentes la llevaron a un sitio desconocido, y al faltar al pesaje de la justa en la que tomaría parte, los organizadores intentaron contactarla, pero los secuestradores habían tomado su teléfono y contestaron como si fuese ella.
Consumado el pesaje, la boxeadora fue tratada con más agresividad, así como su familia, a la que le exigían un rescate de 600 mil pesos para liberarlos, cantidad que no juntaron.
Sin embargo, la Policía recibió el reporte de desaparición, por lo que accionó precisa y efectivamente, al ubicar el sitio donde los tenían y los liberaron; por esta razón, Alma Ibarra no pudo participar en Tokio 2020.
Y aunque este fin de semana se le presentó la oportunidad de ser la primera mexicana en la historia del pugilismo femenino en ser la campeona indiscutida en cualquier categoría, pero ella optó por seguir viva y volver a casa.