Por: Eduardo Sánchez
Aunque los alegatos en contra de la instalación de la infraestructura concluyeron el martes, miembros de la etnia entregaron un documento a la jueza María del Rosario Alcántar, a fin de mediar en la resolución del caso.
Dijeron no sentirse representados por Rodrigo González Enríquez, quien no es yaqui y se ha inmiscuido en asuntos de la comunidad indígena por intereses ajenos y extraños y que nada tienen que ver la legítima lucha por la tierra, agua y autonomía de la tribu.
Uno de los argumentos principales, se dijo, es que la con la introducción del gasoducto, la Etnia Yaqui no pierde la autonomía de su territorio, ni tampoco el derecho de uso de la tierra para actividades productivas.
Conforme a usos y costumbres, la tribu dio el consentimiento ya que están convencidos de que la obra no representa peligro para los habitantes.
“Si estos gasoductos pasan por en medio de ciudades en todo el mundo, no vemos por qué nos va a afectar que pase a un lado de la carretera, de la vía de ferrocarril y del ducto de Pemex, que ya están ahí construidos en nuestro territorio desde antes”, expresaron.