El punto de reunión de quienes buscan un espacio tranquilo, es usado como vertedero, dejando entrever la nula conciencia del cuidado ecológico
Por: Deniss Cabrera
La vista del espejo de agua, las puestas de sol a través de los cerros y mezquites, que vuelven al mirador de la presa Álvaro Obregón, o más conocida como "Oviáchic", un atractivo de Cajeme, se ven opacados por la numerosa basura que los visitantes dejan en el lugar.
En un recorrido por la zona, se pudo apreciar que tanto en el mirador, como los alrededores del parque "El Oviáchic" y diversos puntos a los que acuden los paseantes a pasar un rato agradable, existen problemas por basura que es arrojada a las áreas verdes.
"Es un cochinero el que deja la gente, así como traen su comida o bebida, pueden llevársela en bolsas, no que aquí la dejen. Y ¿quién se la va a llevar?" manifestó Irene, visitante de los diversos paseos.
Botellas de cerveza, empaques de comida rápida, desechables y bolsas de plástico, son algunos de los desechos arrojadas por el rumbo del mirador, la cual queda atrapada entre las ramas y piedras.
También las bolsas de basura, que son dejadas en la explanada, quedan atrapadas entre la flora, y que los perros sin hogar rompen para buscar comida.
A las orillas de la carretera también es común ver basura tirada, situación que también se presenta en el Valle del Yaqui y en sus alrededores.
Además de la mala imagen que queda en el lugar, los desperdicios que generan los visitantes provocan un problema de contaminación del suelo y agua.