Violencia en casa la otra pandemia

La pandemia del Covid-19 tomó por sorpresa a las familias cajemenses, como sucedió con el resto del mundo, quienes enfrentaron en el 2020

Por: Francisco Minjares

Un aislamiento sin precedentes, empujados por su propia seguridad a permanecer aislados en sus hogares, pero ese confinamiento trajo consigo otro mal: un aumento en la violencia familiar.

El presidente del Supremo Tribunal de Justicia de Sonora, Rafael Acuña Griego, explicó que durante la pandemia los casos de violencia intrafamiliar superaron incluso a otros casos y actualmente se encuentra en primer lugar en relación a otros delitos.

"En todo el Estado tenemos problemas, inclusive, desgraciadamente los delitos relacionados con la violencia familiar ocupan el primer lugar en la Entidad, están por encima del delito de narcomenudeo o el delito de robo que ocupaban el primer lugar, ahora no, ahora son los delitos de violencia familiar y es una tendencia en toda la república", explicó. 

Al respecto, el presidente de la Barra Sonorense de Abogados de Ciudad Obregón, José Luis Barragán Ruiz, narró que fue durante la pandemia cuando empezaron a surgir más casos que debían ser llevados ante los juzgados familiares, lo cual atribuyó al confinamiento.

Esto queda corroborado por el Semáforo Delictivo de Sonora, en el que solo durante el mes de junio del 2022, la violencia intrafamiliar se posicionó en primer lugar de incidencias con 655 casos, seguido por 203 lesiones, 174 casos de narcomenudeo, 170 de robo a vehículo y 118 homicidios.  

DOS AÑOS DÍFICILES PARA LAS FAMILIAS

De acuerdo al Semáforo Delictivo en Sonora, la violencia intrafamiliar tuvo un aumento del 54 por ciento en la incidencia en el Estado en junio del 2020, a poco más de dos meses después del inicio del confinamiento.

al término de ese mes, pero del 2021, las cosas se tornaron todavía más drásticas, fecha en que la cifra en incidencias aumentó a un 83 por ciento en relación al año anterior.

Para junio de este año, en relación al anterior, la situación empieza a cambiar, ya que hubo una disminución del 23 por ciento, lo cual puede atribuirse a que el control de la pandemia como resultado de las vacunas ha permitido que las familias pasen menos tiempo confinadas en sus hogares y haya más oportunidades de esparcimiento.

Cajeme tuvo una tendencia muy parecida a la del resto de la Entidad, ya que en el primer semestre del 2020 se situaba en color amarillo, pero pasó a rojo durante los primeros seis meses del 2021 con un aumento del 68 por ciento en la incidencia y a junio del 2022 registró una reducción del 10 por ciento en los casos, aunque sigue en rojo.

NECESARIO DENUNCIAR

La directora del Instituto Cajemense de la Mujer, Karla Marie González Gutiérrez, dijo que es necesario impulsar la cultura, que sepan que pueden sentirse seguras cuando lo hacen, que no están solas e incluso que pueden tener autonomía económica que les permita encontrar un trabajo y tener un oficio, además de contar con redes femeninas que les ayuden a ser más fuertes.

Explicó que sólo en el mes de junio, el Instituto registró 133 situaciones de violencia psicológica, 27 de violencia física, 17 de violencia sexual, 16 de violencia económica y ocho de violencia patrimonial y aunque las cifras son alarmantes, es necesario seguir impulsando la denuncia, ya que hay mujeres que se abstienen de hacerlo.

La denuncia se debe hacer en la Fiscalía, en el Centro de Justicia para la Mujer, pero en caso que quieran acompañamiento, el instituto que dirige se encuentra en la calle Sinaloa entre Allende e Hidalgo, a donde pueden acudir a solicitarlo.

"Es una situación muy desfavorable que los casos de violencia familiar van en aumento, sobre todo tomando en cuenta que se tuvieron que quedar muchos dentro de sus hogares, aun cuando se decía que el hogar es el lugar más seguro, pero para muchos no era así, sino es donde más riesgo se puede presentar tanto por las parejas como por los hijos, porque también ha habido casos en que se presenta violencia de los hijos hacia los padres", detalló.

Uno de los factores que han detectado que aumenta el riesgo de violencia doméstica es el consumo de alcohol y otras sustancias como las drogas.

El Instituto Cajemense de la Mujer recibe a aquellas que necesitan apoyo, ayuda psicológica o jurídica ante casos de violencia mental, física o sexual, en donde se les brinda ayuda legal o de refugio, en el caso de violencia extrema.

Actualmente, en ese refugio se encuentra una mujer con su bebé de nueve meses, pero normalmente hay dos o tres mujeres por un lapso de hasta tres meses, además que se les brinda ayuda de traslado, en caso que deban salir de la ciudad, entre otras medidas de apoyo.

Entre los sectores con más incidencia de llamadas al C5, el Instituto Cajemense de la Mujer detectó a Villa Bonita, Nueva Palmira y las Urbis, aunque el problema se encuentra en toda la ciudad.

FUNDAMENTAL CUIDAR A LA FAMILIA

Al respecto, asociaciones religiosas afirmaron que es fundamental a la familia y cuidar a sus integrantes para que empiece a haber mejoras en la sociedad cajemense, ya que los núcleos familiares son los principales formadores de individuos en la sociedad.

Al respecto, el vocero de la Diócesis de Ciudad Obregón, Rolando Caballero Navarro, explicó que la familia debe ser cuidada porque es la base de la sociedad y la violencia doméstica la ataca y ocasiona malestar en todos los niveles.

"Es una responsabilidad de todos, todos somos corresponsables y por eso tenemos que ir cuidando a la familia como padres, como profesionistas, como todos y en eso tener una responsabilidad para ir tejiendo el tejido social para la paz", dijo el clérigo.

Por su parte los Testigos de Jehová afirmaron a través de un comunicado que es necesario que las familias se auto evalúen y que, en el caso de la víctima, que por lo regular son mujeres, determinen por que continúan en una relación que les hace daño y no se busca un cambio, ya que por lo general permanecen por amenazas de parte de la pareja, la preocupación de que sus amigos o familiares no crean que la situación es tan grave, el no querer que sus hijos crezcan sin un padre, entre otros.

Por otro lado, la afirman que los agresores deben evaluarse y frenar la conducta que daña a las familias, además de frenarse cuando se esté enojado y determinar la causa del enojo, además de retirarse para pensar antes de actuar en momentos en que se encuentren muy molestos.

Ambas asociaciones religiosas destacaron que el modelar actitudes agresivas influye en los hijos, quienes aprenden, y en ocasiones repiten, esos comportamientos.

NO HAY SOLUCIÓN FÁCIL

De acuerdo a los datos del Secretariado Nacional de Seguridad Pública, el 60 por ciento de los casos de violencia doméstica en Sonora se encuentran en Hermosillo, Nogales y Cajeme, lo cual muestra la alta incidencia y, aunque no hay una solución fácil a este problema, autoridades civiles y religiosas, así como especialistas clínicos afirman que es responsabilidad de toda la sociedad para avanzar en disminuir esas cifras, cambiando paradigmas y rompiendo las conductas que han ocasionado daño durante generaciones.