Tostador de cacahuates

Por: Eduardo Sánchez

Don Humberto Espinoza López mantiene la tradición que ha pasado por generacio­nes en su familia, la cual le inculcó su papá y la defiende con apego porque la venta de cacahuate representa para el más que un simple oficio, al ser una ocupación que le ha permitido salir adelante.


Por: Oviel Sosa

A las cinco de la mañana sale de su casa en la colonia Sóstenes Valenzuela Miller, llega a la calle Jalisco y No Relección en la colonia Centro, en Ciudad Obregón. En dicho punto se posiciona y coloca la máquina que usa para tostar el cacahuate.


A las 6 de la mañana en­ciende el tostador, el cual ali­menta con energía y funciona con gas como si fuera un hor­no, posteriormente introduce cacahuate, teniendo la má­quina la capacidad de tostar 100 kilos, pero don Humberto tuesta alrededor de 50 kilos diarios, siendo esta la venta que realiza en su jornada la­boral que concluye a las 6 de la tarde y que efectúa de lunes a domingo.

Durante dos horas el caca­huate se deja en el tostador, tiempo que requiere para que­dar listo para ofrecerlo a la gente en bolsas de plástico que pesan 200 gramos, las cuales vende a 10 pesos, comentó.

El cacahuate lo trae de su tierra natal, Tule, poblado que se localiza en la ciudad de Mo­corito en el Estado de Sinaloa.