Por: Ana Jusaino
Para embellecer la entrada norte de Ciudad Obregón plantaron una hilera de árboles endémicos de tipo torote empapelado y breas; sin embargo, esas especies fueron deforestadas de su lugar de origen, informó el ambientalista, Érico Isaías López Herrera.
“Son árboles que se están trayendo del vil monte, los están sacando de un lado para ponerlos en otro, ¿qué caso tiene?”, expresó.
Lo más viable, dijo, es que el Ayuntamiento germine semillas de árboles propios de la región y una vez crecidos pasar a plantarlos en las zonas que así lo requieran.
Además, descalificó que el Gobierno Municipal plantara palmas en la salida norte de la ciudad, debido a que son especies que no se adaptan a las condiciones climáticas de la localidad.
“Una palma no hace lo que un mezquite, un olivo negro o un tepehuaje, no funciona, las palmas están bien para la playa, pero aquí no, no es un área para poner palmas, no hacen fotosíntesis, ni absorben el dióxido de carbono para convertirlo en carbono”.
Los funcionarios que se encuentran a cargo del área ecológica y ambiental del Municipio, dijo, son incompetentes y no tienen el conocimiento y visión de cómo contribuir con el medio ambiente.
Lo anterior se debe porque en lugar de llenar con árboles endémicos previamente germinados sin extraerlos de otro lugar, pasaron a plantar palmas, cuyo costo es elevado, señaló.
“En promedio, el metro de ese tipo de palmas cuesta 490 pesos, cada palma tiene un precio aproximado de 2 mil 500 pesos, es decir, por 15 especies se tiene un costo de 37 mil 500 pesos, con ese dinero se podrían adquirir 5 mil ó 20 mil árboles endémicos”, concluyó.