Por: Redacción
“O nos enfermamos de coronavirus o nos morimos de hambre”, coincidieron personas dedicadas a distintos oficios y que de su ingreso económico, dependen sus familias.Por: Fabiola Navarro
Ellos no se acatan al decreto de la gobernadora, Claudia Pavlovich Arellano, de no salir a las calles si las actividades no son esenciales, ya que si no salen a buscar ingresos, sus familias no comerán, puesto que “viven al día”.
Javier Leyva, quien se dedica a la herrería, comentó que debido a esta contingencia, el trabajo le ha bajado considerablemente; aún así, deben ver la manera de seguir ofreciendo su servicio.
“Nos afecta a quienes vivimos al día y prestamos algún servicio; si la gente no tiene ingresos, no tiene para invertir en sus casas y no tengo trabajo, a todos nos golpea”, manifestó.
Por su parte, Mario Vega, plomero desde hace 25 años y quien trabaja en la colonia Villa Bonita y parte de la Comisaría de Esperanza, comentó que días previos a la emergencia sanitaria, tenía por lo menos 2 servicios de plomería y actualmente, no es así.
“Había veces que ganábamos los 500 pesos, los 300 ó 200 pesos, ahora ni eso. Tengo que salir a la calle, a buscarle para comer, ni modo que no coma”, puntualizó.