Falta de aceras, mala planeación y deterioro de las mismas, limita la movilidad de los ciudadanos
Por: Román González
La falta de banquetas, el mal estado de su infraestructura, la ausencia de rampas para personas con discapacidad o la nula planeación de estas, son algunas de las afectaciones que continúan sufriendo sobre todo personas de grupos vulnerables en distintos puntos de Ciudad Obregón.
El arquitecto Javier Ruiz, director de Nexo Arquitectos, explicó que actualmente en el municipio el tema de áreas peatonales se encuentra aún muy restringido, presentándose puntos donde "las personas siembran mucha vegetación en el área donde debería haber banqueta, o se colocan rampas para discapacitados que no cumplen con los requisitos básicos", y que, aunque el reglamento de construcción contempla estas situaciones, la falta de supervisión y sanciones contribuyen a que se mantenga esta práctica.
"El hacer las cosas bien es responsabilidad de todos, no únicamente de la autoridad, sin embargo, aún hay contratistas que incumplen con las especificaciones mínimas de movilidad para personas con discapacidad, al no cumplir con las medidas necesarias o incluso de la ciudadanía al no mantener el paso libre de obstáculos", señaló el especialista.
Por su parte, Carolina Gutiérrez, vecina de la colonia México, explicó que no solo se presenta este problema en el primer cuadro de la ciudad, donde argumentó que en meses recientes se han realizado algunas mejoras, sin embargo, en diferentes colonias el problema persiste.
"Vemos banquetas ya no solo obstruidas por algún puesto de comida, carro o mobiliario doméstico, sino que hasta es común toparse con una rampa clavada en medio de estos pasos para discapacitados, las colocan por cumplir, pero la mayoría no cumple los requisitos", señaló.
En algunos otros puntos, el descuido en el mantenimiento de estos espacios peatonales ha derivado en que resulten en un riesgo para los transeúntes, ya sea porque se crean hoyos o por el levantamiento de las placas de concreto.
Carmen Montaño, residente de la colonia Hidalgo, añadió que este tipo de problemática se incrementa cuando las rampas parten de un charco de aguas negras debido a algún drenaje colapsado, situación que argumentó es muy común en las colonias, además de aquellas calles que directamente no cuentan con aceras y que fuerzan a los peatones a transitar por el arroyo vehicular.
"Uno camina por la calle y sabes que tienes en riesgo de ser atropellado, sobre todo los adultos mayores, quienes, por nuestros años, tenemos menos capacidad de reacción, sin contar a las personas que se desplazan en sillas de ruedas o con andadera", finalizó.