Por la sequía emergen ruinas de Buenavista

Hoy se cumplen 72 años del desalojo de los habitantes del pueblo, el cual quedó bajo el agua de la Presa Álvaro Obregón (El Oviáchic)

Por: Luz del Carmen Paredes

A 72 años de haber sido inundado por las aguas de la Presa Álvaro Obregón “El Oviáchic”, resurge el Pueblo de Buenavista.

Martina Gutiérrez Zayas, narró que los pobladores fueron desalojados un 24 de junio de 1952, entre ellos sus padres, con dos de sus hermanos que nacieron aquí, y posteriormente en octubre del mismo año vieron desaparecer su pueblo al ser inundado por las aguas de la Presa “El Oviáchic”, que daría vida al Valle del Yaqui.

Llena de nostalgia, por las historias que le contaban sus padres, recordó que hoy, a 72 años de distancia, resurgen de nueva cuenta las ruinas del pueblo de Buenavista viejo y el panteón, donde quedaron enterrados los restos de muchos de las personas que fundaron esta pujante comunidad.

SEQUÍA

En el 2003, año que se registró una fuerte sequía en la región, se pudieron ver las tumbas en el cementerio, igual que ahora que puedes caminar por este lugar y las ruinas de lo que fue la Iglesia de San Carlos Borromeo, la Escuela Niños Héroes, una pila que se conserva en buenas condiciones y los cimientos de viviendas del viejo Buenavista.

En este lugar sentadas en las escalinatas de las ruinas de la Escuela Niños Héroes, rodeada del agua de la presa, Martina compartió las historias que le contó su padre, Alejandro Gutiérrez Acuña, quien pudo regresar a su viejo Buenavista en el 2003, cuando como hoy, podías llegar en lancha y transportarte en el tiempo.

“Mi padre, me contó que fue aquí donde conoció a mi madre, Concepción Zayas Campa, y como luego se casaron para formar su familia, por donde pasaban las vías del Ferrocarril, los bailes y su niñez, historias que se quedan en mi corazón”, compartió.

En el 2022, nuevamente resurgió el pueblo, pero las tumbas del panteón apenas y se veían, a diferencia de este año, dijo, que se pueden caminar por este lugar.

Hay lápidas que todavía se conservan, el resto son tumbas marcadas con piedras, “muchos sacaron los restos, como mi abuela que exhumó los restos de su esposo y sus padres, pero otros quedaron enterrados aquí”, indicó.

SURGE EL BUENAVISTA NUEVO

El Gobierno construyó las viviendas en el nuevo Buenavista, para los que quisieron quedarse aquí, pero otros decidieron irse a Obregón, Esperanza, Guaymas, Empalme, entre otras comunidades, “las familias se dispersaron, pero Buenavista queda en la memoria”, apuntó.

Y hoy, de nueva cuenta la sequía hace resurgir el Buenavista viejo, llenando de añoranza a los que nacieron y vieron como fue sepultado su pueblo, pero no su historia.

El pueblo de Buenavista se fundó en 1619 y se removió en el año de 1952