En la década de los cincuentas familias y amigos pasaban horas de diversión en ese lugar que era mucho más grande que lo que hoy ocupa
Por: Oviel Sosa
Árboles frondosos flanquean la figura de Benito Juárez, uno de los personajes más icónicos y emblemáticos de la historia mexicana.
La estatua que rinde homenaje al Benemérito de las Américas que acuñó la frase “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz” fue colocada el 18 de julio de 1982 en la plaza que lleva su nombre. Ese día, pero del año 1872 falleció el personaje considerado como uno de los mejores presidentes que ha tenido México.
Diez años después el 18 de julio de 1992 la plaza es nombrada de manera oficial Benito Juárez.
La plaza Benito Juárez representa uno de los lugares más representativos de Ciudad Obregón por la historia que guarda.
Ubicada en la calle Sinaloa esquina con 200, la plaza Benito Juárez da la bienvenida a la gente que ingresa a la ciudad proveniente de la parte sur y norte del estado.
La plaza tuvo alberca
Antes de ser nombrada plaza Benito Juárez el lugar era conocido como “Parque Olvera” en honor a Norberto Rivera Olvera, quien se desempeñó como jefe del departamento de ingeniería en Cajeme.
Su momento más luminoso lo registró en la década de los cincuenta. Una manzana cubierta de árboles, columpios y una alberca ofrecían a los visitantes un espacio ideal para las familias que acudían y disfrutaban de una experiencia plagada de diversión y alegría.
El escenario era aprovechado por fotógrafos que se daban cita, quienes con su lente captaban imágenes que se traducían en recuerdos de momentos amenos.
Dormitorio de vagabundos
Hoy en día las bancas instaladas en la plaza Benito Juárez sirven de cama para persona en calidad de calle que aprovechan el lugar para descansar.
En el recuerdo quedaron las imágenes que daban vida los infantes que corrían y jugaban en el lugar. Ahora la plaza es utilizada de manera transitoria por personas que esperan el camión urbano o transporte que se desplaza por la calle 200.
Personas aprovechan para vender agua, golosinas y comida. Lamentablemente algunas personas arrojan las botellas y bolsas de plástico al suelo a pesar de que la plaza tiene contenedores donde depositar la basura.
Es así como el espacio cambió su semblante con el paso de los años, de ser un sitio utilizado como pasatiempo se convirtió en un lugar de descanso para la gente que se desplaza por la zona.