Matachines yaquis dedican su danza a la Virgen

Entre los integrantes de la Tribu Yaqui, es bien sabido que los mencionados danzantes se consagran a María, por lo que participaron en el docenario

Por: Ana Jusaino

Los matachines yaquis consagrados a la Virgen María durante el docenario guadalupano en Cócorit dedican su danza en la Parroquia Santa María de Guadalupe, pero también realizan el baile tradicional en las velaciones de algunas familias del poblado.

La ejecución de la danza de los niños y adultos en su mayoría originarios de la comunidad del Conty, consta de una serie de movimientos cuyos pasos están meticulosamente coordinados, con su mano izquierda en la cual llevan una colorida cruz y con la derecha, sostienen una sonaja, mediante la cual emiten sonido.

De acuerdo a los matachines algunos desde pequeños consagran su servicio a la Virgen María, por lo que en cada celebración mariana a la que asisten se entregan en cuerpo y alma.

Su colorida indumentaria, misma que fue diseñada desde la antigüedad, capta la atención de quienes conocen o desconocen sobre los usos y costumbres de la Tribu Yaqui, por lo que los ajenos a la cultura se interesan por investigarla.

Y al menos uno de los diversos barrios del pueblo de Cócorit, además de los matachines solicitó la participación de la Danza del Venado, cuyo Venado iba acompañado de los pascolas.

Una vez que los matachines y danzantes de Venado terminan su intervención en la Parroquia Santa María de Guadalupe, la peregrinación continúa hasta llegar a la casa de la familia que le tocó participar en el docenario.

DATO:  Los matachines y algunas de sus esposas e hijos están encargados de la Iglesia de la comunidad del Conty, misma que forma parte de los ocho pueblos yaquis, que durante Semana Santa tienen una mayor intervención; sin embargo, ahora sirvieron a la Parroquia Santa María de Guadalupe, ubicada en el centro de Cócorit.