Desde hace 50 años, el señor Arturo Saeb Camargo se dedica a lustrar calzado en la plaza pública de la Comisaría de Esperanza, esa labor le sirve para subsistir económicamente al ser una persona adulta mayor
Por: Ana Jusaino
Hace poco más de un año, el bolero se establecía al interior de la plaza pública. Sin embargo, tras la promesa de una remodelación de la misma, los pequeños comerciantes fueron removidos.
Ahora estableció su negocio al cruzar la calle Carranza aledaña a la plaza pública, donde por fortuna siguen llegando habitualmente sus clientes.
Platicó que del 100 por ciento de personas que acuden a su establecimiento, una cuarta parte son mujeres y niños.
“En días festivos boleamos de 30 a 60 pares de zapatos y en días normales los consumidores disminuyen de 10 a 20 personas”, comentó.
Para la elaboración de su oficio, dijo, se utiliza crema, grasa, cepillos, brochas y jabón de calabaza.
Y aunque la pandemia frenó un poco la solicitud de sus servicios, mencionó que ahora la situación se está normalizando en su negocio.