La joven de 17 años se dedica a la venta de golosinas para ayudar en los gastos de su casa desde que era una niña
Por: Ana Jusaino
Desde muy pequeña, Guadalupe Mariscal Zazueta, de 17 años, se mantiene económicamente con la venta de diversas golosinas, actividad laboral que comienza desde las 8 de la mañana hasta las 2 de la tarde.
Su recorrido es por los diferentes negocios de la calle Guerrero entre Quintana Roo y California y los alrededores.
Dijo que le gusta trabajar honradamente para llevar alimento a su casa, aunque tenga que trasladarse desde una colonia lejana, al oriente de la ciudad.
Comentó que desde muy pequeña vende golosinas y antes la acompañaba su hermano, pero dejó de hacerlo porque ahora trabaja en una florería.
En una cajita de plástico con dos tirantes, Lupita distribuye frituras, chocolates, paletas, chicles, cacahuates garapiñados, entre otros "snacks".