El servicio es un orgullo, pues en su diario quehacer a la vez debe cuidar de la población y de sus hijos
Por: Raúl Esparza
Guadalupe Enríquez López ha dedicado 23 años de su vida a ser agente municipal y el primer reconocimiento que recibió fue el de sus hijos
Para ella como mujer ser policía municipal con 23 años en el servicio, representa un orgullo porque en su diario quehacer a la misma vez debe cuidar de la ciudadanía y de los cuatro hijos que tuvo, algo que fue muy difícil pero que logró porque ya es abuela.
A Guadalupe Enríquez López fue la vocación lo que la llevó a elegir ser policía y también el mantener a cuatro hijos ella sola, dos aspectos que fueron el impulso para buscarse un trabajo honrado y digno para ella.
Dijo por ello es que ha salido adelante, un esfuerzo que con el paso de los años ya los ha visto crecer y actualmente ya disfruta de ellos y de sus nietos. La ayuda al inicio fue de sus propios hijos quienes solos se cuidaban cuando ella se iba a trabajar.
Dijo que hace 23 años ser policía para una mujer no era algo fácil, porque dentro de la misma corporación las puertas no se le abrían por el sólo hecho de ser mujer, y con esfuerzo se dio a la tarea de ser aceptada y sobresalir en el trabajo.
Explica que en los jefes que al inicio le tocó tener fue algo difícil y hasta complicado ser aceptada pero esto con el tiempo y con la llegada de nuevos mandos, a las mujeres ya se les trata mejor, las entienden y les dan todo apoyo.
Asegura que en todos estos años que han pasado puede ver que han valido la pena porque se desarrolló como mujer, como madre y como policía y porque orgullosamente ahora se desarrolla como abuela.