Por: Eduardo Sánchez
Derivado de ello, los residentes manifestaron su preocupación ante un posible desastre ecológico, el cual sería ocasionado por la compañía El Golfo de Oro, que opera a cielo abierto una veta vieja.
Este escurrimiento podría traer daños a la población, al ganado y la agricultura, incluso ya se ha presentado mortandad de fauna.
Las comunidades afectadas serían Ónavas, Río Chico, La Dura, El Realito, Cumuripa, El Porvenir, Presa Álvaro Obregón y con ella Cajeme y todo el Valle del Yaqui.
Hasta el momento, las autoridades no han tomado acciones en contra de la minera y por ello se solicitará al Gobierno Municipal de Cajeme se involucren en el tema, antes de que trascienda a un problema irreparable y de gravedad.