Don Macario por más de 30 años ha creado esculturas que transmiten la cultura de la región
Por: Deniss Cabrera
Tallar la madera es el talento que Dios le dio a don Macario Salas López, quien detalla desde los pies, hasta las facciones del rostro en troncos, para dar vida a esculturas que buscan preservar las danzas de la cultura mayo.
Los músicos, el pascola y danzante del venado, forman parte de su obra, las figuras con una altura de más de 2 metros, la indumentaria e instrumentos, llaman la atención de todo aquel que se acerca.
El escultor de Fundición, platicó que desde joven se interesó por las artes plásticas, pero fue hasta que cumplió 30 años cuando descubrió cuál era su talento, pues asegura que Dios les da uno a todos.
“Esto lo empecé como un hobby, es algo que nos nace, yo comencé a los 13 años con la pintura, pero no se me dio y a los 33 años me llegó la idea de esculpir la madera”.
Aun cuando ha presentado su trabajo en exposiciones, decidió mantenerlo en su casa, pues las obras se dañaban, donde espera en algún momento poderlas exhibir al público y los habitantes del poblado de Fundición.
Originario de La Purísima, Guanajuato, don Macario quedó enamorado de las tradiciones indígenas, aprendiendo a elaborar los collolis y sonajas que utilizan en las danzas, pero también le apasiona reflejar los rostros de otras tribus en la madera.
Son troncos de árboles de la región como guamúchil, guásima y ceiba, las que más utiliza, pero asegura que con cualquier tipo de madera se puede crear, trabajo que va desde los 3 hasta 12 meses, dependiendo el tipo de escultura.