Vuelven a "tocar la campana" en el IMSS tras casi un año de silencio

César Leyva informó que la semana pasada una pequeña de cinco años de edad realizó el toque de campana y a mediados del junio será otra

Por: Ana Jusaino

A casi un año de que la "campana" ubicada en el área de Oncología infantil del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), permaneciera inmóvil, nuevamente está siendo agitada por los pacientes que han logrado vencer el cáncer, celebró César Omar Leyva Mora.

El presidente de la asociación Amar y Servir, dio a conocer que la semana pasada una pequeña de cinco años de edad logró "tocar la campana", misma que a través de listones de colores lleva grabado el nombre de quienes han superado la enfermedad.

“Al final un toque de campana es como un mensaje de esperanza para los demás, de que sí se puede, y también para nosotros es muy satisfactorio verlo porque los hemos acompañado en el proceso”, expresó.

César Omar Leyva recordó que a mediados del mes, Vielka N. de 16 años de edad, tendrá la fortuna de celebrar el logró de librarse del cáncer, por lo que realizarán un festejo entre las dos pacientes que tendrán la oportunidad de seguir adelante en sus vidas.

Sin embargo, aclaró que hay personas cuyos especialistas dan de alta, pero para no crearse falsas ilusiones, esperan un año o más para descartar que el cáncer vuelva a presentarse.

“Cuando un niño entra al piso a internarse, a quimioterapias, a lo que sea, pues lo primero que ve es la campaña, entonces al niño le explican que esa campana la tocarán cuando terminen el tratamiento y digamos que es como la meta el poder tocarla. Lamentablemente hay muchos niños que no llegan al toque de campana, porque terminan el tratamiento antes”, recordó.

Además, comentó que los especialistas y personal de enfermería siempre motivan a los menores a tener la esperanza de que podrán sanar de la enfermedad, para después tocar la campana y servir de ejemplo para el resto de los pacientes oncológicos.

Cabe señalar que hay padres y madres de pacientes oncológicos que para cerciorarse de que el cáncer salió del cuerpo de sus hijos, luego de ser dados de alta, esperan un año o más para descartar la enfermedad.