El simpático can que fue adoptado por los alumnos y personal del "Cobachito", tras andar moribundo disfrutó de un suculento plato de croquetas de cena
Por: Oviel Sosa
El greñas recibió la Navidad en lo que se convirtió en su hogar. El perro que se encontraba moribundo, desprotegido, sediento y hambriento, llegó en febrero de este año al Colegio de Bachilleres del Estado de Sonora Plantel II (Cobachito), donde encontró un ambiente cálido impregnado de amor y empatía.
Con el consentimiento del director del centro escolar, José Luis Álvarez, los alumnos y alumnas de la institución educativa que se ubica en la colonia Villa Fontana, al sur de Ciudad Obregón, lo asearon, curaron, cuidaron y adoptaron para que se uniera a las filas del plantel.
El simpático can se convirtió en un alumno más, el cual ingresa a Dirección, se sienta junto al director y comen juntos, pues el responsable de la institución académica le agarró un enorme cariño y aprecio.
El personal le colocó un uniforme de guardián con el que se desplaza con gracia por el interior del Cobachito, vigila los pasillos, protege a los estudiantes y se da tiempo para jugar futbol con ellos, pues es un perro muy atento, cariñoso y agradecido.
El amor que le tiene el greñas al "Cobachito" es enorme. Este día de Navidad, "El Greñas" se la pasó en el plantel junto al velador, además, el personal nunca lo deja solo, pues en vacaciones lo visita y le hace compañía por lo que este día no fue la excepción.
"No se queda solo, siempre estamos al pendiente de él", comentó la secretaria del director, Claudia González.
UNA NAVIDAD "PERRONA"
"El Greñas" llegó al "Cobachito" para quedarse y hacer que ese espacio educativo tuviera un ambiente "perrón", incluso en el desfile con motivo de la Revolución Mexicana, la mascota marchó junto a los alumnos y el personal administrativo y docente, lo que demuestra que el can forma parte de la institución.
"El Greñas" disfrutó una Navidad de "pelos", y de cena navideña disfrutó de un suculento plato lleno de croquetas y jugó con botellas de agua, siendo está una actividad que le fascina.
De esta manera vestido de acuerdo a la temporada con un traje verde con rojo como si fuera un duende, "El Greñas" ladró de felicidad y paso la Navidad, el cual festejó con júbilo, pues agradece que desde hace 10 meses llegó a un lugar que lo arropó con afecto, cariño y ternura, siendo este el mejor regalo que pudo recibir después de una vida dura que para su fortuna ha quedado atrás.