Él es Andrés González, el ser humano que dio vida a “Tata Chencho”

Amante de la música, cultura y literatura creo tal personaje para generar un escenario donde los infantes desarrollarán su talento

Por: Oviel Sosa

Andrés González Prieto llego al mundo envuelto en un ambiente impregnado por la música, por lo que encontró en dicha asignatura un escenario propicio para desarrollar su talento. Por sus venas corren notas musicales, pues viene precedido de seis generaciones de músicos.

DESTINADO A SER MÚSICO

Con más de medio siglo de experiencia dentro de la música cumpliendo distintas facetas desde cantante, compositor, arreglista, director y productor llego a la edad de 13 años a Ciudad Obregón proveniente de su ciudad natal de Tecomán, Colima.

A cientos de kilómetros de su cuna encontró un lugar propicio en donde continuar con el legado que escribió su familia en la música.

Conforme fue creciendo descubrió en la lectura un campo que le abrió las puertas a un mundo lleno de conocimiento y le permitió escribir material encaminado en fomentar la cultura en el municipio de Cajeme.

ESCRIBIÓ EN DIARIO DEL YAQUI

En la década de los 90´s colaboró en el periódico Diario del Yaqui, en tal casa editorial participó bajo el seudónimo de "Andy Flas". Desde su tintero creó escritos dinámicos y divertidos que tuvieron la misión de promover la cultura.

SURGIÓ “TATA CHENCHO

Con la mira puesta en llegar al público infantil se dio a la tarea de inventar un personaje, que nombró “Tata Chencho”, en el cual los menores vieron una figura tierna y cálida que los alentaba por medio de la música y literatura en formarse como personas de provecho.

Por casi una década con tal personaje participó en Televisora del Yaqui en el programa revista semanal, además condujo un programa de radio nombrado amigos de “Tata Checho”, productos que contaron con reconocimiento por parte del público que admiró su trabajo y reconoció su ardua labor enfocada en promover la cultura.

MAESTRO MUSICAL

Al desempeñarse como maestro de música, su enseñanza ha formado a músicos profesionales. Su versatilidad le permitió llegar a ocupar un puesto en la política, pues siempre busco la manera de difundir su gran pasión; siendo esta la música, cultura y escritura.

Su talento ha servido de inspiración de cientos de infantes, quien apoyado en su sentido altruista instruye de manera gratuita a menores y personas para que se adentren en la música.

Su instrumento favorito es el piano, pero su amplia experiencia le permite enseñar todas las facetas desde la creación hasta la ejecución de una melodía, el cual cuenta con más de 120 canciones de su autoría, además de que por muchos años tuvo una agrupación que hizo bailar a cientos de personas al presentarse en un sinfín de eventos sociales.

ESCRIBE UN LIBRO

Al apasionarle la música se propuso dejar un legado para que las nuevas generaciones conozcan el origen y desarrolló de las corrientes musicales que se establecieron en Cajeme y brindaron una escena musical que educó y formó a cientos de personas que crecieron escuchando y admirando ciertas bandas, es por ello que, tras miles de horas de esfuerzo, dedicación y esmeró pudo cristalizar la meta de escribir un libro que título, La Historia de la Música Moderna en el Valle Yaqui, “Let´s Swing” Las Orquestas, obra que tiene continuidad en un segundo tomo.

La obra literaria reúne una ardua investigación que realizó con dedicación, la cual ofrece a través de sus páginas un ensayo histórico del desarrollo de la música orquestal en Cajeme, sus grupos, músicos, estrellas e incluye anécdotas, por lo que representa una pieza cultural fascinante.

De esta manera Andrés González Prieto representa un promotor y defensor de la cultura incasable del municipio de Cajeme, quien a través de los años ha canalizado su energía, talento, experiencia y vocación de servicio en inculcarle a los infantes la música, literatura y escritura para que los menores se desarrollen bajo un contexto que los forme en ciudadanos racionales que aspiren a ser gente de bien y de esa forma poder construir un entorno regido por la cultura como vía de desarrollo y crecimiento.