La encargada narró que son alrededor de cuatro perros los que arriban al establecimiento así como una que otra paloma
Por: Oviel Sosa
Teniendo como prioridad el amor y el respeto hacia las mascotas, trabajadores de un establecimiento del Centro de Ciudad Obregón dedicada a la venta de dulces, semillas y plásticos han implementado una práctica poco comun en la localidad, la cual busca auxiliar a perritos de la calle que no cuentan con un hogar.
La forma en la que realizan la actividad, proporcionando alimento y resguardo del calor extremo a los canes dentro de sus instalaciones, es lo que más ha llamado la atención, pues lejos de espantarlos para que la clientela ingrese al establecimiento, los perritos se apuestan en la entrada, sabedores de que no serán molestados, lo que provoca que los clientes les saquen la vuelta e incluso los brinquen mientras ellos se reponen de las intensas temperaturas.
"Los perros entran y se acuestan, a los cuales no corremos, de lo contrario, dejamos que estén y así se protejan del calor”, manifestó.
Así, los canes llegan el negocio ubicado en la calle 5 de febrero casi esquina con Zaragoza e ingresan sin temor, pues saben que son bien recibidos y tratados con respeto y dignidad por la encargada.
“Me gustan mucho las mascotas, tenemos años haciendo la actividad (donde) les damos croquetas y agua a los perros callejeros”, narró Kenia Curiel Quesada.
Sonriendo, la joven comento que son alrededor de cuatro perros los que arriban al negocio durante el día y cuando cierran por la noche, dejan por fuera un traste con croquetas y un recipiente con agua para que los perros que lleguen puedan comer e hidratarse.
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Kenia Curiel compartió que el lugar también se ha convertido en un punto de reunión para las palomas, las cuales descienden a consumir semillas.
“Algunas de las palomas entran al negocio y les ponemos semillas en un recipiente para que coman, otras comen afuera”, indicó.
Así, Kenia y el personal de la dulcería se suma con su altruismo y solidaridad a que perros callejeros del Centro de Ciudad Obregón puedan seguir viviendo con el alimento vital y cobijo que ella les brinda, sabedora que son seres vivos que merecen respeto y un hogar donde los cuiden y protejan.
Y aunque no puede adoptarlos a todos, sabe que diariamente hace lo que está a su alcance para que cada uno de ellos se sienta mejor y pueda tener un día más de vida.