Disfrutan de tradicional kermés pro Seminario Diocesano

Paella, tacos de carne asada, tortas de cochinita pibil, chamorros al cajón, pasteles, café, refrescos y más degustaron este domingo los asistentes

Por: Francisco Angulo

Paella, tacos de carne asada, tortas de cochinita pibil, chamorros al cajón, pasteles, café, refrescos, té helado y más disfrutaron este domingo los asistentes a la tradicional kermesse pro Seminario
de Ciudad Obregón, que una vez al año se realiza en la plaza Álvaro Obregón, quienes a la vez colaboraron con la noble causa de formar a los sacerdotes del mañana.

Muchas son las necesidades que tiene el Seminario, para lo cual el Patronato de la Fundación San Pablo, que encabezan Haskell Cooke y su esposa, Beatriz María Palomares de Cooke llevan a cabo distintas actividades y en esta ocasión se dieron a la tarea de reunir a laicos comprometidos altruistas y empresas de la localidad, quienes realizaron su aportación para seguir haciendo una realidad la formación de los pastores de la fe católica.

Haskell Cooke mencionó que los recursos obtenidos de la kermés, serán usados para el sostenimiento de la obra material del Seminario, consistente en el mantenimiento de pintura, instalaciones eléctricas, sanitarias e impermeabilización, siendo una urgencia la instalación de equipos de aire acondicionado de 220 voltios en 27 habitaciones.

El presidente del patronato señaló que, en este lugar, ubicado en la calle Base rumbo a Bácum, actualmente reciben clases 30 alumnos o seminaristas, que cursan las distintas etapas de su formación como sacerdotes, desde Introductorio, Filosofía y Teología.

Asimismo, reveló que quienes colaboraron en esta ocasión fueron empresas como Soles y Ojai, aportando parte de la materia prima para la cochinita y los chamorros; Edinosa así como Ismael García y Antonio Hernández, que aportaron lo relativo a la carne asada; Pepsico puso las carpas, muebles y enfriadores; la elaboración de la cochinita pibil, pasteles y paella fueron aportados por señoras de la comunidad.

El obispo de la diócesis de Ciudad Obregón, Felipe Pozos Lorenzini, acompañó a los presidentes del patronato durante el recorrido inicial del desarrollo de la kermesse, previo a oficiar la misa de 12:00 del mediodía.

EL LLAMADO DE DIOS

Quienes se forman en el Seminario, dijo, son aquellos que reciben el llamado de Dios, generalmente desde su educación secundaria, y continúan con ello hasta que toman la decisión de iniciar su formación, que dura alrededor de ocho años.

Enrique Ruiz, originario de Navojoa, está en su quinto año de formación y primero de Teología; dijo estar muy alegre con su decisión de querer cada vez más a Dios y de querer servirle desde la trinchera que escogió, y confía culminar dentro de tres años, convirtiéndose primero en diácono transitorio y posteriormente, en sacerdote.

“Es difícil como cualquier otra cosa, pero todo es estar de la mano de Dios, y confiar en que es la mano de dios la que nos mueve”, expresó.