DÍA DE LA SANTA CRUZ. Albañilería, el oficio que le dio un medio de vida y una esperanza de terminar su carrera

Josué Jaciel empezó barriendo en la obra y ahora es encargado; su padre le heredó el gusto por la construcción y sueña con una empresa familiar

Por: Oviel Sosa

Entre arena, graba y cemento, Josué Jaciel Cabrera Taizán ha construido su vida, pues creció en una cuna forjada por la albañilería.

Su padre, el señor Misael Cabrera, lleva 37 años en el oficio, es por ello que se ha desarrollado siendo cobijado por un ambiente edificado por la construcción.

De pequeño, Josué cambio el balón de futbol, el bate de béisbol o la pelota de basquetbol por herramientas propias de una obra, pues fue algo que miró desde que tuvo uso de razón.

“Mi papá me enseñó el oficio. Yo empecé a los 12 años; me acuerdo que inicié barriendo en las obras y de mandadero”, mencionó.

Con el paso del tiempo, gracias a las ganas y al entusiasmo que imprimía pasó de ser “chalán”, a albañil.

Las ganas de salir adelante lo impulsaron a estudiar una carrera enfocada en la construcción; por ello ingresó a la universidad y se enroló en la carrera de ingeniero civil, algo que desea concluir pues está trunca.

La experiencia y conocimiento que ha adquirió el juntar teoría y práctica, le sirvieron para, en la actualidad, a sus 30 años de edad, ser el encargado de obra y tener gente a su mando.

“Tengo la meta de hacer una empresa dedicada a la construcción, junto con mi papá y mi hermano, que está estudiando arquitectura”, compartió.

Este 3 de mayo se celebra el día de la Santa Cruz, un festejo que tiene su origen en la religión católica, pues con ella se rende homenaje a este símbolo, por ser donde murió Jesús.

En México, los albañiles adoptaron la conmoración, al ver en la cruz un emblema que los protege y cuida en las obras; por ello cada 3 de mayo acostumbran colocar una cruz en su lugar de trabajo y rendirle homenaje.

“No debe faltar la soda y el pan, es el alimento típico del albañil, pero en el Día del Albañil se acostumbra hacer carne asada y tomar unas cervezas”, señaló.

De esta manera Josué Jaciel Cabrera fue colado y cimentado con fuerza para poder defender el oficio de albañil con orgullo, un trabajo que ha trascendido generaciones en su familia y se ha convertido en su modo de vida que los ha sacado adelante y en el cual han encontrado otra familia: los compañeros de obra.