El inmueble guarda en su interior piezas valiosas llenas de historia
Por: Oviel Sosa
Guillermo Kuraica recorre los pasillos del hotel que lleva el mismo nombre, sale al balcón y observa el horizonte; el escenario es distinto. En su mente surgen recuerdos que le generan nostalgia y lo llenan de orgullo.
Las paredes, cuartos y cada esquina del inmueble atesoran una historia rica en anécdotas y eventos, al ser el primer hotel de Cajeme, fincado incluso antes de que dicha demarcación fuera nombrado como municipio el 29 de noviembre de 1927.
Construido a base de esfuerzo, sudor, empeñó y un arduo trabajo, el Hotel Kuraica dio la bienvenida a sus huéspedes en el año de 1926.
SU FUNDADOR
Pablo Kuraica fue el fundador del primer hotel de Ciudad Obregón. Originario de Dubrovnik, Croacia, don "Pavo" Kurajica, nombre de pila, salió de la tierra que lo vio nacer.
En 1907 llegó a Nueva York, después se mudó a California, por 10 años trabajó en suelo norteamericano hasta que el gobierno de Estados Unidos pidió que se enlistará para la Primera Guerra Mundial
“Mi padre no aceptó porque tenía dos hermanos en el ejército y (si) se enlistaba con Estados Unidos los iba a combatir; por ello decidió venirse a México”, compartió, Guillermo Kuraica, quien actualmente maneja el hotel.
Su espíritu aventurero y sentido de superación hizo que a miles de kilómetros de su lugar de origen encontrará un terreno fértil para desarrollarse, y fue así como llegó a Cajeme, un lugar alimentado por la bonanza de la agricultura.
Apegado a las ganas de salir adelante trabajó en el campo; con el paso del tiempo fincó una casa en donde hoy se ubica la calle Jalisco, cerca de la estación del ferrocarril.
“El terreno era amplio, ... las personas que llegaban para trabajar en el campo le pedían hospedaje y mi papá se los brindaba; llegó a comprar una carpa y catres para atender a los viajeros”, comentó.
Al ver el auge que proporcionaba el ferrocarril, el cual conducía a una tierra que ofrecía oportunidades, Pablo Kuraica decidió construir un hotel.
Un terreno que hoy se ubica en la calle 5 de febrero, entre No relección y Guerrero, fue el sitio que eligió para cimentar el inmueble que hoy ocupa el hotel más viejo de Cajeme.
La edificación sobresalía y ofrecía una imagen que proyectaba desarrolló, al estar la zona en aquel entonces poca poblada.
“El hotel inició con 14 cuartos, había una planta que proporcionaba energía eléctrica y una máquina que sacaba agua de un pozo; los huéspedes contaban con todos los servicios, incluso mi padre cobraba dos pesos por foco a los inmuebles que había cerca, pues daba servicio de energía a la manzana”, naró el descendiente.
SUFRE MODIFICACIONES
Con el paso de los años el hotel ha sufrido modificaciones: las escaleras originales fueron retiradas, los primeros cuartos de la planta alta ya no funcionan y en donde era la cocina ahora funciona como lavandería.
Recorrer el inmueble es viajar en el tiempo y encontrarse con el pasado, uno que otorga vestigios del antiguó Cajeme.
El Hotel Kuraika reresenta un auténtico museo, debido a que en él se pueden apreciar piezas valiosas que fueron usadas en sus inicios como lo son: el libro donde se anotaban los huéspedes, un teléfono, una sumadora, una caja registrara, entre otros instrumentos propios de la época.
Actualmente, el hotel sigue operando, ahora son 40 cuartos disponibles, entre ellos se conserva uno lleno de historia nombrado "Fundadores", el cual era utilizado por don Pablo Kuraica.
Guillermo Kuraica es el encargado del inmueble, único varón que queda del matrimonio que formó Pablo Kuraica y Elia Casillas, quienes tuvieron nueve hijos, seis mujeres y tres varones.
Algo característico del lugar es su fachada, que conserva los rasgos originales y que invita a adentrarse y conocer la historia que guarda en sus muros al ofrecer una retrospectiva del antigúo Cajeme.
Es así como dicho lugra representa una pieza importante en la historia y crecimiento de Cajeme, al brindar hospedaje a personas que pusieron los cimientos y aportaron para que este municipio se convirtiera en un lugar próspero.
Un inmueble que ha trascendido generaciones y sigue nutriendo su historia al tener a cuestas 97 años de historia, lo que lo convierte en el hotel más longevo de Ciudad Obregón, en el municipio de Cajeme.