La ola que se registra a nivel mundial ha llegado al Estado, poniendo en jaque a empresas, instituciones educativas y Gobiernos
Por: Francisco Angulo
La creciente ola de ciberataques que se registra a nivel mundial ha llegado a Sonora, poniendo en jaque a empresas, instituciones educativas y Gobiernos, donde los recientes incidentes como el hackeo a Grupo Peñoles y las vulnerabilidades detectadas en el Instituto Tecnológico de Sonora (Itson) han encendido las alarmas sobre la urgente necesidad de fortalecer la ciberseguridad en el estado, expresó José Manuel Acosta Rendón.
El fundador de Sonora Cibersegura mencionó que el reciente ataque a Grupo Peñoles, una de las empresas más importantes de la entidad, reveló la vulnerabilidad de incluso las organizaciones más grandes ante las sofisticadas tácticas de los cibercriminales, pues los hackers lograron infiltrarse en los sistemas de la empresa, causando disrupciones en sus operaciones y poniendo en riesgo información confidencial de esta.
PANORAMA
Por otro lado, el Itson, como institución educativa de gran prestigio en la región, también ha sido blanco de ataques cibernéticos, que, aunque la institución ha implementado medidas de seguridad, las constantes evoluciones en las técnicas de hacking hacen necesario redoblar esfuerzos para proteger los datos de estudiantes, profesores y personal administrativo, consideró Acosta Rendón.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES), dijo que no ha sido ajena a estos desafíos, y a pesar de los esfuerzos realizados para fortalecer su infraestructura tecnológica, la dependencia también ha enfrentado incidentes de seguridad que han puesto en riesgo la integridad de las investigaciones y la protección de los datos personales.
¿CÓMO OPERAN LOS CIBERCRIMINALES?
Los ciberdelincuentes utilizan una variedad de técnicas para infiltrarse en sistemas y redes, entre las que destaca el llamado phishing, consistente en el envío de correos electrónicos fraudulentos que buscan engañar a los usuarios para que revelen información confidencial.
Comentó que, además, está el ransomware, que es un software malicioso que cifra los archivos de un sistema y exige el pago de un rescate para restaurarlos; otra técnica es la denominada ingeniería social, siendo esta la manipulación psicológica de las personas para que revelen información confidencial o realicen acciones que beneficien a los atacantes.
¿QUÉ SE PUEDE HACER?
Para protegerse de los ciberataques, tanto empresas como ciudadanos deben adoptar medidas de seguridad robustas, como es la utilización de contraseñas fuertes y únicas; esto es, evitar contraseñas fáciles de adivinar y utilizar un gestor de contraseñas para almacenarlas de forma segura.
Advirtió que es necesario mantener actualizado el software, aplicando parches de seguridad de forma regular para corregir vulnerabilidades conocidas; ser cautelosos con los correos electrónicos y enlaces sospechosos, no abriendo archivos adjuntos ni hacer clic en enlaces de correos electrónicos no solicitados.
Recomendó, asimismo, realizar copias de seguridad periódicas, guardar copias de seguridad de los datos importantes en un dispositivo externo o en la nube; implementar soluciones de seguridad como es la utilización de antivirus, firewalls y otras herramientas de seguridad para proteger los sistemas.
EL PAPEL DEL ITSON Y LA FGJES
Como institución educativa, el Itson tiene un papel fundamental en la formación de profesionales en ciberseguridad, por lo que es necesario fortalecer los programas de estudio y ofrecer a los estudiantes las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos de un mundo cada vez más digitalizado, comentó el especialista.
La FGJES, por su parte, debe contar con los recursos y la capacitación necesaria para investigar y perseguir a los ciberdelincuentes; además, la dependencia debe trabajar en estrecha colaboración con el sector privado y la academia para desarrollar estrategias conjuntas de ciberseguridad.