Carecen de alimento familias de El Chorizo

Por: Redacción

Los más vulnerables entre ellos mujeres y los niños, personas marginadas y desplazadas, son los más afectados y, además, son quienes tienen un mayor riesgo de sufrir devastadoras pérdidas por el Covid-19.

Por: Alma Aguilar

En un recorrido por la invasión El Chorizo, terreno del ferrocarril que se ubica al norte de la carretera Internacional delante de Pemex, se pudo constatar que son treinta las familias que viven en condiciones de escasos recursos y quienes han sido los más afectados por la pandemia del coronavirus que se vive a nivel mundial.

Don Ramón Luz Orduño, quien cuenta con más de 30 años viviendo en esa periferia, es técnico y trabaja en un negocio donde arreglan aparatos electrodomésticos, el cual fue cerrado debido a la contingencia.

“Tengo poco más del mes que cerraron donde trabajo, también hago trabajos a los pueblos, pero como no hay dinero no me llaman porque la gente con esa enfermedad apenas tiene para comer y no hacen gastos”, explicó.

El señor, quien es el sustento de su casa donde tiene que llevar comida para su esposa y sus tres hijos, resaltó que se la han visto difícil pero que de alguna la sobrellevan, batallando y buscándole donde se pueda.

“Para la comida, batallando; nos han visitado en dos ocasiones familias que tienen la manera y nos trajeron despensa, pero del Gobierno no hemos recibido nada, que digan que nos traen apoyo o despensa del DIF o de parte del Gobierno, no”.

En las mismas condiciones se encuentra la señora Carolina Elena Rodríguez, quien tiene seis niños y por la situación de salud que se vive actualmente, su esposo tampoco tiene trabajo.

“Lo poco que tiene uno, lo hacemos rendir; más tratándose de comida, pero igual estamos en las mismas condiciones, batallamos porque no hay trabajo y tampoco podemos salir a buscar qué traer”.

Los habitantes de ese lugar resaltaron que la ayuda que les han llevado no alcanza para todos, ya que las personas buscan dónde hay adultos mayores o niños.

María Hernández y su esposo son pepenadores, pero debido a que la persona que les compra paró de trabajar y se quedaron con todo el material en su casa y también están así desde casi un mes.

“Gracias a Dios que vino una familia y nos dieron una despensa, es por eso que la hemos podido sobrellevar, pero igual también batallamos como los otros vecinos”.

Los habitantes de ese sector hacen un llamado a las autoridades para que los apoyen con despensa que es lo que más necesitan; asimismo, a la población que se quiera unir a ayudar a estas familias, también pueden aportar con ropa y zapatos.