Estas acciones comenzarían a partir de este miércoles; la Asociación Negociadora del Patrimonio Inmobiliario adelantó que no lo permitirá
Por: Francisco Angulo
Tras no llegar a un acuerdo con el gobierno del estado y municipal en Cajeme, un total de 96 vecinos del fraccionamiento Urbi Villas del Real en Ciudad Obregón temen que a partir de mañana miércoles comiencen los desalojos de sus viviendas.
Esto, luego de que fueran advertidos por personal de la inmobiliaria ILT, tras no llegar a un acuerdo con el gobierno estatal y municipal de Cajeme para la permuta de un terreno por casas, indicó Sara Rodríguez Rivera.
La presidenta de la Asociación negociadora del Patrimonio Inmobiliario y representante de un grupo de posesionarios de viviendas informó que hoy martes se entrevistó con funcionarios de la Secretaría de Gobierno en Hermosillo, donde se le dijo que los propietarios de la inmobiliaria ILT declinaron seguir negociando una posible permuta de casas por terrenos, toda vez que los que les fueron mostrados en Ciudad Obregón no llenaron sus requisitos.
Los vecinos dijo, están en pie de lucha por el que consideran el patrimonio de sus familias y no permitirán que se les desaloje de sus casas.
Advirtió que, si este miércoles se les pretende sacar a la fuerza de ellas, opondrán toda la resistencia que sea necesaria para evitar ser despojados.
De acuerdo con las listas para desalojo que maneja la inmobiliaria y que les fueron presentadas, figuran 53 casas en una primera etapa y 43 en una segunda, aseguró.
Los propietarios de ILT aceptaban negociar unas casas en 176 mil pesos, señaló Rodríguez Rivera, sólo de contado, pero son de las que están más al fondo de la colonia y que tienen menor valor, cuyos posesionarios por obvias razones se negaron a adquirirlas en esas condiciones, pues la propuesta general es que se las venga en 100 mil pesos con escrituras incluidas.
La presidenta de la Asociación negociadora del Patrimonio Inmobiliario dijo desconocer el por qué los gobiernos estatal y municipal no terminan por apoyar a los vecinos convenciendo a las inmobiliarias de vender a precio justo, cuando estas compraron cada casa a 26 mil pesos y "bajo riesgo", como se establece en las mismas escrituras que a las empresas les fueron entregadas al momento de la adquisición.