Pueden ocasionar desde alteraciones del comportamiento y sueño hasta daño neuronal: neuróloga pediatra
Por: Francisco Angulo
El uso de pantallas de dispositivos electrónicos podría afectar a menores de edad al provocarles alteraciones en el comportamiento, sus patrones de sueño y en casos extremos puede llegar a ocasionar daño neuronal, mencionó la neuróloga pediatra Martha Esther Vidrio Becerra.
Durante su ponencia en las XXXVII Jornadas Pediátricas del Colegio de Pediatras y Neonatólogos de Ciudad Obregón, la ponente expresó que la luz blanca de los teléfonos celulares y tablets afecta al cerebro alterando el sueño, irrita los ojos, provoca que los niños y jóvenes dejen de hacer actividad física, provocando sedentarismo y con ello baje el volumen de masa muscular; puede causar trastornos de aprendizaje y una disminución del volumen cerebral.
La conferencista mencionó que, dada la rapidez de la vida moderna, los padres acostumbran dejar estos dispositivos en manos de los pequeños con la finalidad de calmarlos cuando hacen berrinches, pero con ello se les generan problemas de conducta como la costumbre de recibir todo de manera inmediata y un mal manejo de la frustración.
Como el uso de estos dispositivos generalmente se hace con un solo dedo en la pantalla, esto se traduce como una falta de experiencia sensorial, que a la larga causa afectación en las conexiones neuronales, advirtió.
Otras afectaciones son dolores de cabeza, frecuentemente de tipo migrañoso, problemas de tics nerviosos y miopía, mencionó la neuróloga pediatra.
Y en los de edades mayores, que acceden a internet para ver contenidos en video, pueden llegar a tener contacto con contenido pornográfico, e incluso ser víctimas de acoso y en algunos casos, de ataque sexual por parte de personas mayores que se hacen pasar por menores de edad, agregó.
Para evitar problemas como estos, que pueden ser graves, lo recomendable es que los niños de cero a seis años no tengan contacto con estas pantallas; los de siete a 12 años deberían usarlas menos de una hora al día, y los de 13 a 16, se les debe permitir su uso por menos de dos horas al día, expuso la especialista.