Adolescente cajemense libra el cáncer y cumple su sueño; acude a estadio y convive con jugadores

A los 11 años lo diagnosticaron la enfermedad y a los 15 años se encuentra curado y con su sueño cumplido

Por: Joel Luna

Un 3 de agosto del 2019 fue una fecha que la familia Martínez Vázquez no olvidará jamás.

Jose Carlos, uno de sus hijos, comenzó con una toz muy fuerte que simplemente no pudo controlar; sus padres, José Carlos y Zaida preocupados por su estado de salud, acudieron al área de urgencias del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ante el raro padecimiento que presentaba su hijo pues no era el de una tos "normal".

Lo que nadie quiere escuchar nunca, le diagnostican un tumor; el 15 de agosto del 2019, justo el día que cumplía 11 años le dieron la noticia: “Linfoma de Hodgkin”, fue una noticia que los devastó no solo a José Carlos sino a toda la familia.

EMPIEZA LA LUCHA 

Tras conocer su estado de salud, comenzó casi de manera inmediata la atención por librar el mal: entradas constantes al hospital, decenas de quimioterapias y altibajos en su vida, cual fuera una montaña rusa de emociones.

A su corta edad, José Carlos no comprendía por qué tantos medicamento y tanto sufrir para superar una "simple" tos.

Sus padres tratando de llevar el problema y apoyar en todo para que no perdira la fe y siguiera al pie de la letra las indicaciones médicas, no dudaron en volvar en él toda su atención.

Catorce quimioterapias y 21 radiaciones fueron aplicadas para aspirar a que José Carlos pudiera mejorar su salud.

AMAR Y SERVIR

Durante su enfermedad, apareció el grupo "Amar y Servir" dedicado al apoyo emocional a pacientes que luchan contra el cáncer infantil. 

Omar Leyva quien encabeza este esfuerzo, empezó a luchar al lado de José Carlos, infundiéndole ánimos y enseñándole que la fe en Dios mueve montañas.

Tras un largo y tedioso tratamiento en donde las fuerzas a veces parecieron desfallecer, los padres de José Carlos tuvieron lo que tanto habían soñado que su pequeño hijo hiciera.

EL DÍA LLEGÓ 

El 15 de febrero del 2022 el joven, ya de 14 años, se paró frente a la emblemática campana del área de Oncología del IMSS, demostrando que cuando se quiere, se puede.

Fue un día inolvidable en la familia de José Carlos, quien frente a la campana, tocó con unas ganas impresionantes el objeto que, envuelve todo un cúmulo de esperanzas y anhelos tanto por enfermos y familiares que sueñan que sus seres queridos cuenten con la fuerza para hacerla sonar, como símbolo de que han librado la batalla.

Actualmente José Carlos está limpio de cáncer, su ímpetu, sus ganas de salir adelante, su entorno lo motivaron a vencer el mal que lo había puesto en cama y que le daba un diagnóstico poco alentador.

Sus revisiones periódicas, cada vez más alentadoras, demuestran que José Carlos luchó por la vida y que la fe en Dios mueve montañas transformando el dolor en felicidad para toda la familia.

CUMPLE OTRO SUEÑO A SUS 15 AÑOS

La otra etapa de José Carlos, la de aficionado a los Rayados de Monterrey, fue parte de su otro sueño, el que consistía en poder conocer el estadio del equipo regiomontano en la Sultana del Norte.

Pero, la situación económica de José Carlos y su familia no le permitía aspirar a tanto; de nueva cuenta el grupo "Amar y Servir" entró en escena para hacer lo que mejor sabe hacer, "mover cielo mar y tierra" para poder encontrar los "medios" para que José Carlos pudiera cumplir su anhelo.

Así, el grupo pudo localizar a un personaje que apoyó el cien por ciento de los recursos para que José Carlos pudiera, no solo acudir en avión acompañado de su familia a un juego de Los Rayados en Monterrey, sino que fuera recibido de una manera impresionante y pudiera además de conocer el estadio, conocer y convivir con los jugadores.

Así, José Carlos pudo pisar el pasto y recorrer el estadio, despertando de su sueño el cual ya dejó de serlo para convertise en recuerdo, uno que quedó grabado en su mente y que recrea las veces que desea.

Todavía existe gente buena, gente que apoya las nobles causas y que ayuda a cumplir sueños, por eso y mucho más, mil gracias Alejandro Lara.