Por: Ana Jusaino
Ante la muerte del líder yaqui, Luis Urbano Domínguez Mendoza, de Cócorit (Loma de Guamúchil), y de Tomás Rojo Valencia, vocero del pueblo de Vícam, existe una preocupación por parte de algunos activistas de la etnia.
Sin embargo, eso no impide que sigan adelante en los proyectos que tienen para el bienestar de su comunidad, la cual tiene severos problemas en agua y alimentación.
El representante del Comité de Mejoras de Pótam, Carlos Aguilar, quien junto a un grupo de activistas sociales se encargan de recabar fondos para hacer mejoras en su comunidad como fumigaciones, entre otros, admitió tener temor ante la inseguridad que se vive no sólo en el interior de la etnia, sino también en la región.
Sus actividades se encuentran suspendidas temporalmente, sin embargo, dijo que continuarán sirviendo a su comunidad en los próximos días.
El activista social lamentó los daños colaterales de las balaceras, donde gente inocente pierde la vida al encontrarse en el lugar inadecuado.
Además de la inseguridad y los asesinatos que se han dado al interior de la etnia, Teodoro Buitimea Flores, docente del idioma cahíta, lamentó que este problema se encuentre generalizado en muchos municipios que rodean al territorio yaqui.