Abuelito a sus 80 años sigue dando brillo al calzado

Don Arturo Seab Camargo ha sido bolero por más de seis décadas

Por: Oviel Sosa

El 28 de agosto México celebra el día de los abuelitos y abuelitas, esos seres humanos que proyectan ternura y encierran nostalgia. Arturo Seab Camargo representa un abuelito incansable, quien a sus 80 años de edad mantiene el tesón de seguir en un oficio que se convirtió en su estilo de vida.

Don Camargo como lo conocen es originario del Estado de Durango, el cual tiene más de 60 años viviendo en la Comisaría de Esperanza. Padre de 12 hijos y abuelo de 30 nietos, don Arturo empezó a lustrar zapatos a la edad de 7 años.

La necesidad al morir su mamá lo orilló a trabajar a temprana edad. Don Camargo representa un personaje muy conocido en la Comisaría de Esperanza, el cual ha dado brillo a miles de zapatos en las más de 6 décadas en las que ha trabajado de bolero.

A un costado de la plaza de Esperanza tiene su puesto, sitio en el cual ha trabajado incasablemente por más de 40 años.

En el lugar don Arturo Seab Camargo inicia su jornada a las 8 de la mañana y la concluye alrededor de las 6 de la tarde. Rutina que emplea de lunes a domingo.

Para el abuelito el ser bolero significa su felicidad al ser un oficio en el que ha conocido mucha gente que con el paso del tiempo se volvieron sus clientes.

A pesar de sus 80 años, don Arturo luce fuerte, el entusiasmo y brillo en los ojos lo mantiene como cuando era un infante, esto debido a que el ser bolero le inyecta energía y ánimo para afrontar su día a día de manera positiva.

Don Arturo compartió que cuando comenzó a bolear zapatos cobraba 3 pesos, ahora indicó cobra 30 pesos.

Con nostalgia en los ojos expresó que en años pasados la gente hacia fila esperando su turno para darle brillo a su calzado, algo que ha disminuido, pero aun así le alcanza para comer y mantenerse.

De esta manera don Arturo Seab Camargo representa un abuelito productivo, quien a pesar de sus 80 años se mantiene activo dando lustre a los zapatos, un oficio que significa para él más que un trabajo, porque es una labor que lleva en el corazón.