Por: Eduardo Sánchez
Afirmó que los resultados serán medidos y evaluados con base en sus objetivos centrales: mejorar la calidad de vida de las familias en el sector rural, a través de incrementar la producción, con indicadores para ajustar y mejorar su instrumentación.
Precisó que el sector agroalimentario del país registra en el primer trimestre del año un dinamismo e índices de crecimiento, tendencia que podrá prevalecer mediante un trabajo coordinado e integral, y con el acompañamiento del Poder Legislativo para la analizar los avances en la instrumentación de programas y recursos dirigidos al campo mexicano.
Puntualizó que la Sader atiende las propuestas de los senadores, a través del diálogo y en corresponsabilidad, “toda vez que somos los primeros interesados en tener reuniones permanentes e informar sobre el manejo de programas y recursos para que las cosas funcionen mejor a favor del sector”.
SANIDAD ES PRIMERO
Acompañado del equipo directivo de la Sader, apuntó que los programas y componentes que aplica la Sader en el país obedecen a políticas públicas diferenciadas, ya que, acotó, los pequeños productores pueden incidir en la seguridad alimentaria.
Con respecto a la relación agroalimentaria entre México y Estados Unidos, aclaró que ésta es directa y franca con el secretario de Agricultura, Sonny Perdue, y que el comercio se da en el marco de un mercado integrado que beneficie a los productores y consumidores de los dos países.
Puntualizó que no hay subejercicio en la operación de programas y se aplican los recursos con el propósito de atender con oportunidad a los productores, y que el proceso de ajuste del personal de la secretaría es menor a lo que sea manejado, en función al número de empleados y que se ha dado respetando los derechos laborales y estructurando un nuevo esquema de atención en las oficinas de la Sader en los estados de la República.