Por: Eduardo Sánchez
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), la berenjena cuenta con una historia muy particular, pues por desconocimiento de cómo cocinarla generó, posiblemente, problemas digestivos, ganándose mala fama.
La dependencia precisa en su blog que la berenjena siempre debe consumirse cocida, y en este caso es muy versátil, pues puede prepararse asada, horneada, frita, en puré y hervida para consumir el agua.
La planta contiene un antioxidante que protege a las células de los radicales libres ralentizando el proceso de envejecimiento, resaltó.