Factores como políticas públicas, bajos precios y la limitante en cuanto a recurso hídrico, ha detonado que menos productores apuesten a la producción
Por: Édgar Coronado
El trigo es considerado el cultivo de mayor popularidad en la region; por años fue catalogado como el producto más rentable para el campo y para la economía familiar; sin embargo, los cambios en las políticas públicas han encaminado a un escenario donde su producción ya es considerada poco redituable.
En la actualidad, cada vez son menos agricultores los que le apuestan a su cultivo. La combinación entre el alto gasto de producción, los bajos precios del mercado y la limitante en cuando apoyos a financieros ha cambiado el panorama.
CAMBIOS
Desde el año 2020, la producción agrícola en el Valle del Mayo ha sufrido una transformación; factores como la limitante en cuanto a recurso hídrico que ha provocado la falta de lluvias, así como los cambios en los procesos que se viven año con año, le ha restado rentabilidad.
Datos de los organismos productores, como la Unión de Crédito Agrícola del Mayo (Ucamayo) revelan que hasta el 40 por ciento de los socios, en algunos casos, han dejado a un lado el interés por producer; se habla de que la reducción de agricultores podría incrementar a corto plazo.
INCERTIDUMBRE
Actualmente, el cierre del ciclo agrícola se mantiene en curso; sin embargo, lejos de representar un alivio para el productor, ha generado un panorama de incertidumbre, pues la falta de agua, en esta occasion, amenaza con cerrar con números rojos.
SALDO NEGATIVO
José Miguel Campoy, productor agrícola de la región, precisó que, en datos reales, el costo de producción por hectárea durante esta temporada se mantuvo entre 35 mil y 40 mil pesos, por lo que, en contraste con la utilidad que se tendría, podría acabar en saldo negativo.
Para este año, el precio a la venta por hectárea para el trigo oscila, en promedio, en los 290 dólares, mientras que en 2023 su valor se mantuvo entre los 320 dólares por hectárea, datos que reflejan un declive económico.
“La realidad es que cada vez es más difícil producer; el trigo se ha convertido en poco rentable, por los bajos precios y la falta de agua; los cambios que se han generado en cuanto a políticas públicas nos han restado. A este paso, el trigo dejará de ser opción”, manifestó.
REDUCCIÓN POR SEQUÍA
Tan sólo durante la presente temporada agrícola, la limitante del agua provocó que cerca del 40 por ciento de la superficie de trigo no se sembrara, un promedio de 35 mil hectáreas.
A pesar de estos desafíos, el trigo sigue siendo un cultivo vital. Según productores, es esencial el encontrar soluciones para mejorar la rentabilidad del grano y garantizar su futuro como un pilar de la seguridad alimentaria.
Esto podría implicar mejoras en la infraestructura de transporte, la estabilización de los costos de los insumos agrícolas y el desarrollo de nuevas variedades de trigo que sean más rentables para los agricultores.
BAJOS PRECIOS
Rafael Valdés Avilés, gerente de Operaciones del Distrito de Riego del Río Mayo (DRRM), destacó que, principalmente, ha sido la sequía el detonante para la baja producción; sin embargo, factores como los bajos precios no garantizan la productividad suficiente para el agricultor.
Ante este, panorama son cientos de productores los que actualmente se encuentran en cartera vencida ,al dejar de ser un negocio con impacto benéfico para el agricultor.
No obstante, recordó que otros cultivos como el cártamo a estas alturas no se pueden considerar una opción, dado que el invertir en su siembra es garantía de producir para perder, debido a su bajo precio.
MERCADO INTERNACIONAL
De acuerdo con el presidente del Consejo de Administración del Grupo Ucamayo, José Arturo Morales, el mercado internacional no ha sido el más favorable en los últimos años en el precio del producto, sumado a tener una sequía recurrente que ha afectado directamente al agricultor.
Esto ha provocado que muchos productores en la actualidad se están dedicando a otro tipo de actividades económicas, muchos de ellos asociadas al comercio.
“Llegamos a tener alrededor de 320 socios, muchos de ellos ya no están trabajando en la actividad, otros han migrado, pero creo que podríamos hablar que tenemos entre 180, todo por la falta de rentabilidad en la agricultura”, lamentó.
Factores como los bajos precios, la desaparición de la Financiera Rural (FND) y la poca rentabilidad que ha generado la siembra de trigo, ha sido la consecuencia para provocar un escenario complicado para el productor.
AFECTACIONES
Durante el ciclo agrícola pasado, debido a la falta de apoyos para lograr los precios de garantía para el cereal, los productores de Sonora tuvieron un desplome promedio de 38 por ciento en sus ingresos por la comercialización del grano.