Por: Eduardo Sánchez
“Ahora dejan sin llantas hasta las nodrizas, no miden el riesgo”, comentó uno de los agricultores afectados por los constantes hurtos.
“Las dos llantas de las cisternas me costaron mil pesos, y es la segunda vez que se las llevan”, refirió.
“No se puede dejar nada, en los campos agrícolas roban maquinaria y desmantelan las instalaciones para sacar el cobre”, señalaron.
“Y en las comunidades rurales el problema es el mismo, no se puede dejar nada en los patios, los vehículos amanecen sin baterías, incluso se roban los animales, sacan los cerdos y cabras y se los llevan”.
Urge que las autoridades tomen cartas en el asunto, ya que los robos y asaltos tienen azorados a los habitantes de la zona rural, reiteraron que faltan patrullas y mayor vigilancia que frenen la delincuencia.