Crece en 80% el rentismo ejidal

Por: Redacción

El ejido perdió su esencia como motor de desarrollo, dice el dirigente del Movimiento por la Inclusión Indígena de Sonora, José Luis Germán Espinoza

Raól Armenta Rincón

Los ejidos perdieron su esencia como unidades económicas de producción familiar, así como su capacidad como motor de desarrollo regional, dijo José Luis Germán Espinoza, dirigente del Movimiento por la Inclusión Indígena de Sonora A.C.

En el marco del 44 aniversario del reparto de tierras del 19 de noviembre de 1976, el también ex líder de varias organizaciones campesinas seóaló que a pesar de que la superficie de riego y los cultivos son prácticamente invariables, lo que ha cambiado son las estrategias de participación institucional, la forma de organización económica de los productores y la apropiación del capital que se genera en cada ciclo agrícola.

En suma, de las 92 mil hectáreas que tiene el Distrito de Riego nómero 38, el 60 por ciento de la superficie es propiedad ejidal, indicó.

Dijo que en las seis décadas donde el agrarismo obtiene sus mayores éxitos, el Gobierno Federal también creó las instituciones encargadas de ofrecer los servicios de apoyo a la producción agropecuaria y las necesarias para impulsar el bienestar social, especialmente en educación, salud e infraestructura.

De esta manera, en la región del Mayo se establecieron el Banco de Crédito Agropecuario, Banco de Crédito Ejidal que después se fusionó para crear el Banco de Crédito Rural, además la Secretaría de Agricultura, Secretaría de Recursos Hidráulicos, Instituto Nacional Indigenista, Escuela Normal Rural El Quinto, entre otras instituciones, recordó.

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