La autosuficiencia alimentaria en leche es un objetivo del Gobierno de México
Por: Luz del Carmen Paredes
Desde 2019 la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) desarrolla una política de fomento productivo que ha comenzado a dar frutos, toda vez que en dos años la producción de leche registra mayores incrementos que en ejercicios anteriores: el año pasado se elevó dos por ciento y este 2020 se prevé un aumento de 2.3 por ciento, para sumar 12 mil 560 millones de litros.
Con estas acciones también se está reduciendo la dependencia lechera del exterior. En 2018, las importaciones de lácteos representaron 27 por ciento del consumo nacional aparente; en 2019, significaron 25.1, y para 2020, se tiene un estimado de 23.3 por ciento de un total de consumo de 16 mil 30 millones de litros, afirmó el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, Víctor Suárez Carrera.
En reunión de trabajo con productores lecheros, en el contexto del 5º Foro Nacional de Leche —realizado por la Federación Mexicana de Lechería (Femeleche) del 16 al 19 de noviembre en León, Guanajuato— dijo que esta política se fortalecerá en 2021 por medio de fomento a cooperativas y empresas integradoras para agregación de valor y comercialización y campaña para elevar el consumo de leche.
Asimismo, con la incorporación de productores lecheros de pequeña escala a la Estrategia de Acompañamiento Técnico y Organizativo del programa Producción para el Bienestar, lo cual conlleva el tránsito a sistemas de producción sustentables, con bienestar animal, reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y manejo silvopastoril intensivo, entre otros.
Para ello, refirió, se ha fortalecido el trabajo interinstitucional y apoyo a productores e industriales lecheros mediante tres grandes líneas: Impulso a la producción, por medio del programa Precio de Garantía que se da a productores con hasta 100 vacas, vía Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) y Liconsa, de 8.20 pesos por litro; habilitación de centros de acopio de Liconsa; depuración del padrón de Liconsa para incorporar productores de pequeña y mediana escala; cero importaciones de leche en polvo por parte de Liconsa; incorporación de productos lácteos (quesos, yogur y crema) dentro de la canasta básica de Diconsa, e impulso al desarrollo de innovaciones tecnológicas de empresas nacionales para la rama lechera de pequeña y mediana escala (motocarros, tanques, dispensadores de leche, etcétera).
Los productores lecheros de pequeña escala cuentan hasta con 30 vacas y los de mediana escala tienen entre 31 y 100; representan 57.6 por ciento del total de México y participan con 45.4 por ciento de la producción de leche del país. En el territorio nacional se tiene un hato de dos millones 560 mil vacas lecheras.
Regulación y competitividad: después de 15 años de inicio de gestiones, se generaron normas oficiales mexicanas para yogur (NOM 181), queso (223) y leche en polvo (NOM 222); emisión de la NOM 051 para etiquetado de alimentos y bebidas, y vigilancia en el cumplimiento de las normas, lo cual permitió que este año la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) prohibiera la venta de quesos y yogur fuera de norma.
Reordenamiento de la producción: con la colaboración y coordinación de los gobiernos federal y estatales, industrias y productores, se pusieron en marcha cuencas lecheras del sur sureste para desarrollar la cadena productiva lechera en los estados de Tabasco, Chiapas y Veracruz (con alto potencial y riqueza en recursos naturales).
También, con esa colaboración se impulsó la iniciativa “Agua saludable para la Laguna”, que es un proyecto integral para la salud, bienestar y sostenibilidad de la región de la Laguna, que permitirá atender la problemática de hidroarsenicismo en el agua, y abastecer de líquido potable para el consumo humano y para el desarrollo de la actividad agropecuaria, con protección del medio ambiente.
El subsecretario dio datos de la dependencia actual de México en productos lácteos: en 2019, México importó cuatro mil 42 millones de litros equivalentes; se mantuvo como primer importador mundial de leche en polvo, con 363.7 millones de toneladas de compras foráneas, y exportó 197 millones de litros.
Comentó que ese es el tamaño del reto, a lo que se suma que el consumo anual per cápita de leche en México es de 128 litros por año, en contraste con los 189 litros que recomienda la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Suárez Carrera detalló los elementos que caracterizan la política agroalimentaria en el sector lechero en este Gobierno: involucra activamente a los productores en la construcción de estrategias y acciones; genera un diálogo incluyente y receptivo a las problemáticas y propuestas de esta rama productiva; impulsa la construcción de un sistema de producción-consumo justo, saludable, sustentable y competitivo; establece vínculos y alianzas con diferentes actores para así construir un ambiente propicio para la autosuficiencia lechera, y regula y ordena el mercado en beneficio de productores, consumidores y empresas.